Los niveles de devoluciones de vehículos y cancelaciones de contratos alcanzan entre el 10% y 15% entre enero y agosto de este año, afirmó la Asociación Nicaragüense de Distribuidores de Vehículos Automotores (Andiva).
“La falta de capacidad de pago” ha obligado a los clientes a tomar esa decisión, señaló Carlos José Bendaña, director ejecutivo de Andiva, al ser consultado por El Nuevo Diario.
De acuerdo al comportamiento del sector automotriz en el país, los niveles de devolución previos a la crisis no superaban el 3%.
Según una fuente del sector, “la gente hacía lo posible por cumplir con el crédito porque obtener un vehículo representaba años de trabajo y no lo iban a dejar perder así por así”, pero en la actualidad, por los despidos que se registran y la incertidumbre por la situación del país, no tienen otra opción y les toca devolverlos.
A eso se suma que para los vendedores de vehículos no existía un buen panorama en este año, porque no habían previsto crecimiento, sino mantener los mismos niveles de venta del 2017, que cerró con una caída del 14%.
Bendaña no especifica de cuánto es el porcentaje de la caída de las ventas este año, pero sí admite que existen pérdidas como en los otros sectores de la economía y “que les tomará un tiempo volver a los niveles normales que llevaban antes de la crisis”. Lo más importante en estos momentos es “superar la crisis”, enfatizó.
Entre las estrategias que ha desarrollado el sector desde abril, Bendaña indicó que “nuestros asociados han tratado de hacer los ajustes necesarios propios de una época de ventas por debajo del comportamiento normal, enfocados principalmente en temas de control de gastos, así como promociones o descuentos encaminados a promover la venta de nuestros productos y servicios”.
El Nuevo Diario constató que algunas distribuidoras de vehículos han cerrado varias sucursales en Managua y en los departamentos donde hubo mayor violencia, centralizando las ventas en la casa matriz de cada distribuidor, con “ofertas, descuentos, liquidación” y hasta asumiendo el financiamiento.
Por la misma crisis sociopolítica, los vendedores de vehículos demandan entre el 30% y 40% del valor total para optar a un crédito y cuyo salario debe superar los US$ 1,200 mensuales, además de aclarar que se ajustó dos puntos a la tasa de interés anual, contrario a lo que solicitaban antes de abril, que era el salario mínimo de US$650 y el monto de la prima era del 15%, lo cual limita cada vez más a los interesados a acceder a un carro nuevo.
El enfriamiento de la economía ha saturado el mercado automotriz, porque las personas que se están yendo del país, los que no pueden continuar asumiendo el crédito y las mismas rentadoras de vehículos, los están poniendo a la venta, los que entran a competir con los vendedores de carros usados, quienes aseguran que han paralizado la compra en el exterior porque no hay demanda.
Según registros de Andiva, hasta el 2016 el 40.3% de los vehículos que se venden en el país son de tipo sedán, 29.3% Pick Up, 11.4% camionetas cerradas y 19% microbuses, buses y camiones.
En el primer semestre de este año las importaciones de carros tipo sedán y camionetas registran la caída arriba del 21.55% y 26.28%, respectivamente, en comparación al mismo período de 2017, según el Banco Central de Nicaragua (BCN).
Sin embargo, las importaciones de motocicletas entre enero y agosto de este año registran el aumento de 9.48% frente al mismo lapso del año pasado.
La venta de autos nuevos en Panamá acumuló una caída del 14.3% entre enero y julio, cuando se vendieron 28,959 unidades frente a las 33,781 del mismo lapso del 2017, según cifras oficiales preliminares.
La comercialización de autos nuevos se derrumbó un 14.7 % en el 2017, el año más negro para la industria en Panamá en el último lustro.
El desempeño del mercado en julio pasado ha sido el peor del 2018, con la colocación de 3,449 vehículos frente a los 4,494 del mismo mes del año anterior, lo que representó una caída del 23.3 %, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censo (Inec).
La bajada en las ventas ha sido una constante todo este 2018, y detrás de julio los peores meses ha sido junio (-19,7 %), febrero (-18,9 %) y mayo (-18,5 %), según las cifras oficiales. Por segmento, destacan en julio pasado las caídas del 29 % en de autos regulares (1,193), y del 19.1 % en el de todoterreno ligeros o SUV (1,236), que son los vehículos más vendidos en el mercado panameño.
Resalta además el comportamiento del segmento de autos de lujo, que aunque representa pocas unidades, un total de 1,330 en los primeros siete meses del 2018, es el único que presenta saldos positivos en la mayor parte del año.
En julio pasado se vendieron 145 autos de lujo, con una caída del 19 % respeto al mismo lapso del 2017, siendo el segundo mes que reporta un retroceso junto con abril pasado (-12.1 %). Analistas del mercado han indicado que la caída generalizada en las ventas de autos nuevos ha obedecido a la desaceleración económica de Panamá, que sin embargo sigue siendo uno de los países más dinámicos de la región con una expansión del Producto Interno Bruto (PIB) del 5.4% en el 2017, de acuerdo a las cifras oficiales.