Malas noticias. Durante los meses de julio y agosto fallecieron en las carreteras de Castilla y León 33 personas, siete víctimas mortales más que en el mismo periodo del año pasado, lo que representa un aumento del 27 por ciento, según la Dirección General de Tráfico (DGT).
El 67 por ciento de los fallecidos se produjeron en carreteras convencionales y las principales causas fueron la colisión (68 por ciento) y salida de la vía(23).
Además, cinco de las personas que perdieron la vida no utilizaban el cinturón de seguridad en el momento del accidente, lo que representa el 20 por ciento del total de fallecidos en este tipo de vehículo. Respecto al uso del casco, un usuario de motocicleta no lo llevaba en el momento del suceso.
En julio se registraron quince fallecidos en accidentes al volante en las vías interurbanas, lo que supuso un aumento de tres personas respecto al mismo mes del año anterior, mientras que en agosto fallecieron 18 personas en accidente de tráfico, cuatro más que en el mismo periodo de 2017.
En cuanto a los heridos hospitalizados a consecuencia de estos sucesos, en el mes de julio hubo tres y en agosto, ocho.
Respecto del verano del ejercicio anterior, las Comunidades Autónomas que han tenido un aumento del número de fallecidos han sido Valencia (+3), Galicia (+11), Aragón y Castilla y León (+7), Canarias (+6), Cataluña, Comunidad Foral de Navarra y País Vasco (+3) y Región de Murcia (+1).
Andalucía, Principado de Asturias, Baleares, Cantabria, Castilla-La Mancha, Extremadura, Comunidad de Madrid y La Rioja presentan descensos en cuanto a los fallecidos por accidente de tráfico en el verano de 2018 respecto al de 2017.
En lo que a movilidad se refiere, durante los meses de julio y agosto se produjeron 12,8 millones de desplazamientos de largo recorrido por carretera en el conjunto de España, con una media de 206.000 desplazamientos diarios, lo que supone un aumento del 3 por ciento respecto de los que se registraron el verano pasado (12,4 millones).
Para el director general de la DGT, Pere Navarro, los datos «no son buenos» ya que en España perdieron la vida 259 personas.
