Los separatistas prorrusos han denunciado este martes que el Ejército ucraniano se prepara para lanzar una ofensiva contra el territorio controlado por la llamada república popular de Donetsk, aprovechando el reciente asesinato de su líder, Alexandr Zajárchenko.
Según el subjefe del Estado Mayor separatista, Eduard Basurin, el Ejército ucraniano ha creado u
na nueva unidad de asalto compuesta por 12.000 hombres que se dispondría a atacar el territorio insurgente desde Mariúpol, la mayor ciudad de Donetsk leal a Kiev.
Las tropas ucranianas, que allanarían el camino para su avance con el uso de armamento pesado, tendrían previsto completar su ofensiva y alcanzar la frontera con Rusia en el plazo de cinco días, ha dicho Basurin a la agencia rusa Interfax. Seguidamente, las tropas del batallón ultranacionalista Azov se dedicarían a limpiar el territorio de elementos «indeseables», es decir, de aquellos que se oponen a la ocupación ucraniana, según ha explicado Basurin.
El separatista ha alertado que la ofensiva costará la vida a miles de civiles y soldados gubernamentales, y ha denunciado que ese es un precio que las autoridades ucranianas están dispuestas a pagar con vistas a las elecciones presidenciales del próximo año en Ucrania. «Estamos dispuestos a recibir al enemigo, tanto por aire como por mar», ha asegurado el alto mando, quien ha destacado que ninguna ofensiva ucraniana tiene «perspectivas de éxito».
Rusia ha exigido este martes una investigación internacional del asesinato de Zajárchenko, que murió el viernes pasado en un atentado con bomba en un restaurante en Donetsk, la capital regional. Tanto los separatistas como Moscú acusaron a Kiev del atentado y advirtieron de que éste agravaría las tensiones en la región y torpedearía el cumplimiento de los acuerdos de paz de Minsk para el arreglo del conflicto. Mientras, el Gobierno ucraniano negó toda la implicación en el ataque y achacó el suceso a «luchas intestinas» en la región separatista, que rompió vínculos con Kiev en 2014 con ayuda de Moscú.
