El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo el ayer que no tenía “nada que ocultar” al fiscal especial que investigaba la interferencia rusa en las elecciones estadunidenses de 2016, y negó que su principal abogado se haya vuelto en su contra al cooperar con la investigación.
Trump, en una serie de tuits, criticó a The New York Times por una historia del sábado en que dijo que el abogado de la Casa Blanca, Don McGahn, había cooperado intensamente con el fiscal especial, Robert Mueller.
El Times publicó que McGahn había compartido relatos detallados sobre episodios relacionados con la investigación sobre si el presidente Donald Trump obstruyó la justicia.
“Permití que él y todos los demás testificaran, no tenía que hacerlo”, dijo Trump en un tuit.
El presidente estadunidense dijo que el periódico había hecho parecer que McGahn dio la espalda al presidente, como en su día hizo el abogado de la Casa Blanca John Dean en la investigación de Watergate contra el ex presidente Richard Nixon. “Cuando en realidad es todo lo contrario”, agregó.
Citando a una docena de funcionarios y ex funcionarios de la Casa Blanca y otras fuentes informadas sobre el asunto, El Times dijo el sábado que McGahn había compartido información que algunos de los investigadores no habrían conocido.
El sábado por la noche, el abogado de McGahn confirmó que este había cooperado con el equipo de Mueller.
“El señor McGahn respondió a las preguntas del equipo del fiscal especial de manera completa y honesta”, dijo William Burck, explicando que el presidente no le pidió a McGahn que se abstuviera de discutir cualquier asunto.
En tanto, el ex director de la CIA John Brennan aseguró que no descarta recurrir a la justicia después de que Trump ordenara la retirada de sus credenciales de acceso a información confidencial y a la Casa Blanca.
“Si son mis permisos y mi reputación el precio que tengo que pagar para evitar que Donald Trump haga eso a otra gente, es un pequeño precio a pagar”, dijo Brennan en el programa Meet The Press de la cadena de televisión NBC.
Para Brennan, que dirigió la CIA entre 2013 y 2017, designado por el ex presidente Obama, la retirada de sus credenciales supone un ejemplo del “abuso de poder y autoridad atroz” del mandatario.
Brennan sostiene que la campaña de Trump se coludió con los rusos para influir en las elecciones y que el presidente le revocó su acreditación de seguridad para “acallar a otros que pudieran atreverse a desafiarlo”.
