«Los actuales precios, de ruina, amenazan la continuidad del cultivo de girasol en Andalucía», según ha denunciado ASAJA-Sevilla. Esta afirmación se podría hacer extensiva al resto de las zonas productoras de España, según coinciden en señalar fuentes del sector agrario. Cuando ya se ha generalizado la siega de esta oleaginosa en la citada Comunidad Autónoma y ha llegado la hora de entregar la mercancía a las extractoras, se ha comprobado que los precios que pagan estas últimas por el producto tipo son «artificialmente bajos y no están justificados», según esta organización agraria.
El mercado del girasol ha estado bajo pero estable a lo largo de todo el año, con cotizaciones que han oscilado entre los 325 y 330 euros por tonelada. Sin embargo, desde que ha comenzado la campaña se ha registrado una caída de entre 10 a 15 euros por tonelada, situando a nuestro país con los precios más bajos de toda Europa, puesto que en otros países productores de la UE, como Francia, la cotización se mantiene por encima de los 325 euros por tonelada, apuntan los técnicos de ASAJA-Sevilla.
Los últimos precios que se han registrado en la Lonja de Cordoba corresponden al pasado día 9 de este mes y fueron de 315 euros por tonelada para la calidad tipo frente a los 318 que se alcanzaron en la sesión anterior. El año pasado por estas mismas fechas las cifras fueron más elevadas y se situaron entre 328 y 329 euros por tonelada.
En lo que respecta al alto oleico 80%, la cotización registró un incremento de 2 euros, pasando de 358 a 360 euros mientras que doce meses antes estaban entre 361 y 373 euros. En Sevilla, el último precio fijado fue de 315 euros, frente a los 322 de la sesión anterior para el de calidad tipo, mientras que en el año 2017 oscilaban entre 327 y 328 euros por tonelada.
En el caso del alto oleico, la cotización se situó en 360 euros, subiendo 4, mientras que el año pasado se encontraba en 365 euros por tonelada. Según esta organización, los precios actuales para el de calidad tipo deberían estar por encima de los 335 euros por tonelada, a la vista de las cifras que registran el aceite y la harina de girasol.
Desde ASAJA Sevilla destacan el escaso interés que muestra la industria extractora por mantener este cultivo, cuya superficie lleva aproximadamente un lustro en claro retroceso en España. En estos últimos cinco años la superficie sembrada de girasol en España se ha reducido en un 14%, pasando de 865.000 hectáreas en 2013 a 745.000 de este año. Este recorte es todavía más acusado en Andalucía, que ha perdido una cuarta parte de la superficie de esta oleaginosa.
