Geancarlo Díaz Sevilla, de 26 años, fue asesinado de ocho impactos de bala en la cabeza y pecho, la tarde del viernes en Costa Rica, país hasta donde llegó huyendo de la crisis sociopolítica que atraviesa Nicaragua, informaron periódicos del país vecino.
Según el diario Extra, la víctima tenía apenas 22 días de haber llegado al país con su novia, de nacionalidad costarricense, y se fueron a vivir a antiguo IMAS, Río Azul, de La Unión de Cartago.
“Díaz jugaba al futbol junto a su compañera y otras personas en la plaza de Río Azul, cuando una motocicleta con dos sujetos a bordo ingresó al recinto deportivo, se le acercaron y sin mediar palabra le descargaron el magazín”, publicó el diario costarricense.
Mientras que las autoridades de la Fuerza Pública informaron que socorristas de la Cruz Roja llegaron y le contaron, al menos, ocho impactos de bala en diferentes partes del cuerpo, principalmente en el pecho.
Según la Nación, Erick Calderón, director regional de la Fuerza Pública de Cartago, manifestó que como sospechosos del crimen figuran dos hombres que llegaron a bordo de una motocicleta.
“Se nos informa de un herido, oficiales del Grupo de Apoyo Operacional (GAO) estaban cerca y son los primeros en llegar. Cruz Roja confirmó el deceso de la víctima. Mantenemos cierres de vías en varios puntos para tratar de ubicar a los sospechosos”, manifestó Calderón al diario La Nación.
Un familiar, que no quiso identificarse por temor a represalias, afirmó que Díaz Sevilla estaba solicitando refugio para quedarse en Costa Rica, incluso estaba asistiendo a la escuela por la noche. No se le conoció enemigos o alguien que quisiera hacerle daño.
A la hora del crimen, a la víctima lo acompañaba su novia, quien rindió declaraciones de lo ocurrido a las autoridades costarricenses.
Su madre y hermanos llegaron al lugar y no quisieron dar declaraciones porque estaban consternados; sin embargo, una allegada de la familia explicó que Díaz tenía unas cuatro semanas de haber regresado a Nicaragua.
“Estaba solicitando refugio para quedarse en el país, incluso iba a la escuela de noche. No se le conocen enemigos o alguien que quisiera hacerle daño”, manifestó la mujer, quien no quiso identificarse por temor a represalias.
“Yo lo conocía desde la infancia, éramos amigos. Él se había ido para Nicaragua con su novia tica, luego volvió hace unos días, yo lo veía y lo saludaba, pero nada más. Entraron esos maes (hombres) en moto y lo mataron”, declaró Salomón, su amigo de la infancia.
Un grupo de costarricenses agredió a nicaragüenses que estaban en el parque La Merced, en la capital San José, durante una manifestación que ha sido calificada por las autoridades de este país como una incitación “al odio y a la violencia”.
Agentes de la Fuerza Pública de San José detuvieron a 20 personas y les decomisaron ocho bombas molotov, cuatro armas cortopunzantes, un bate de béisbol y varias cuchillas, informó ayer el diario local La Nación.
“La gente llegó, cantó el himno, colocaron la bandera, pero, de repente, un grupo de ellos empezó a hacer recorridos por el parque y a cantar canciones xenofóbicas contra los nicaragüenses”, declaró a medios locales Randall Picado, director regional de esta unidad de seguridad.
“¡Fuera nicas!”, coreaban los manifestantes, que llevaban banderas de Costa Rica y camisetas nacionalistas, según los videos que han sido publicados en internet.
De acuerdo con los reportes de los medios de comunicación, Picado habría señalado que grupos anónimos invitaron a la manifestación de ayer a través de las redes sociales. Los promotores de la protesta “han estado convocando a la población costarricense para tomar el parque La Merced”, indicó el funcionario.