Aunque la palabra democracia significa poder del pueblo, que llevada al Estado, entendido como la nación organizada jurídica y políticamente; es el “gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”, como la definió Abraham Lincoln; modernamente el vocablo democracia quiere decir la toma y la ejecución de decisiones por todo el grupo al que van destinadas; llámese familia, escuela, sindicato, asociación, partido, iglesia, estado, etc.
El artículo 3° Constitucional, nos da una amplia idea de la democracia, en la parte que dice: “El criterio que orientará a (la) educación se basará en los resultados del progreso científico, luchará contra la ignorancia y sus efectos, las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios.
“Sera democrático, considerando a la democracia no solamente como una estructura jurídica y un régimen político, sino como un sistema de vida fundado en el constante mejoramiento económico, social y cultural del pueblo”.
Es en esa perspectiva en que la próxima secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, acaba de anunciar que impulsará un modelo de familia que priorice la “democratización” y modifique el patriarcado; y abogará porque las mujeres, niños, adultos mayores y personas con discapacidad, sean sujetos plenos de derechos, y no sigan siendo simples objetos, sin voz, en desventaja y excluidos de la familia.
Se trata, agregó, de distribuirlas las tareas de la familia, por igual; pues ahora la mujer desempeña sus labores en el hogar con tres o cuatro jornadas diarias.
En este esquema de la nueva familia, el patriarcado, el gobierno del padre sobre la mujer y los hijos, desparecería, para dar paso a la democracia en la familia, en la que todos mandarían por igual; en donde ya no habría imposiciones, sino decisiones.
Con la democratización de la familia las decisiones del padre, tomadas verticalmente, de arriba hacia abajo, desaparecían, para en su lugar ahora sean horizontalmente, de los lados, del padre, la madre y los hijos, por igual; a fin de llevarlas a cabo con libertad y con gusto; sabedores de que a todos las beneficiarán.
Para que pueda funcionar bien la democratización de la familia, es menester que sus integrantes asuman su responsabilidad; pues no todos son beneficios, sino también hay cargas, que cumplir; porque si la democracia sirve bien en la casa, entonces también será útil para el Estado; pues la familia es la célula de la sociedad.
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