'Lo suyo es el fútbol, el tenis y el paddle, pero en las últimas semanas, el presidente Mauricio Macri sumó una nueva obsesión: el esquí. Podría parecer una distracción deportiva más del jefe del Estado, pero no lo es. Lo que pretende el gobierno es convertir a la Argentina en el destino predilecto de todos aquellos a los que en el hemisferio norte se les queda corta la temporada que va de noviembre a abril, gente de un muy elevado poder adquisitivo que quiere esquiar durante todo el año.
"Es una gran oportunidad", repitió Macri en las últimas semanas, obsesionado con impulsar el turismo y el ingreso de dólares al país en medio de la fuerte crisis económica. El turismo de esquí involucra a 600.000 personas al año y se calcula que una cuarta parte son extranjeros. Quieren que ese número c...'