Desde que el euro tocó su suelo a finales de 2016, la divisa común comenzó una remontada que ha estado pesando -con más o menos intensidad- sobre las estimaciones de ganancias de la bolsa europea durante más de año y medio. Sin embargo, la debilidad mostrada durante los últimos meses da una bocanada de aire a la bolsa europea, ya que en estos niveles la moneda pasará de pesar a la baja en las ganancias de las cotizadas de la región a servir de impulso a las mismas en la segunda mitad de 2018.