Segundo día de la huelga de 48 horas que ha convocado el sector del taxi en Barcelona por el conflicto con las licencias de vehículos de alquiler con conductor (VTC) con la esperanza total de que cesen las escenas de tensión y las agresiones que se vivieron ayer, que llevaron a Uber y a Cabify a anular temporalmente sus servicios en la capital catalana, no se repitan.
Si ayer la jornada acabó con un llamamiento unánime a la calma, la jornada ha arrancado hoy en la misma manera. Alberto Álvarez, portavoz de Élite Taxi, una de las asociaciones convocantes del paro, ha reclamado a sus compañeros bajar la tensión y ha condenado la violencia vivida ayer. "La violencia no es el camino y, aunque lo que pasó ayer es injustificable, llevamos un año de conflicto en las calles y es muy urgente solucionar este problema cuanto antes", ha explicado a Efe. Tras ello, ha criticado también la inacción de los políticos, que han permitido que se haya llegado "a esta situación de conflicto en las calles".
Mytaxi también ha condenado este jueves "cualquier acto de violencia y agresión" y ha pedido afrontar los retos del sector mediante el diálogo, y avanzar hacia un modelo de taxi más flexible. "Los actos violentos no forman parte de nuestra filosofía como empresa y nos entristece que actos de personas individuales pongan en peligro el prestigio del sector del taxi, que en más de una ocasión ha demostrado estar al lado del ciudadano", ha defendido en un comunicado el director general de Mytaxi Iberia, Pablo Sánchez.
Por su parte, Cabify ha avanzado que espera volver a operar "lo antes posible" en Barcelona. En una entrevista en TV3, el responsable de Cabify en Europa, Mariano Silveyra, ha explicado que más de una docena de coches de su compañía se han visto afectados por los ataques y que todos los casos han sido puestos en conocimiento de la policía y la justicia. "Esperamos que haya consecuencias, esto no puede quedar impune", ha afirmado el directivo, que aboga por volver cuanto antes "a la convivencia y a la paz".
La respuesta del TSJC, mañana
Las protestas han tenido la mirada puesta en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), donde esta mañana ha habido una vista para abordar la suspensión propuesta, a la que están convocados representantes del Área Metropolitana y de la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia. La resolución finalmente se conocerá mañana.
En la vista, los representantes del AMB y de asociaciones de taxistas han expuesto sus argumentos para reclamar que se revoque la suspensión, argumentado el perjuicio económico que esta podría causarle, teniendo en cuenta que el TSJC no dictará sentencia sobre este asunto hasta un plazo que puede durar años. Por su parte, la CNMC ha pedido la suspensión de todo el reglamento de la AMB que regula la concesión de licencias de VTC.
Pendientes de la decisión
A la espera de la decisión, el segundo día de paro ha seguido con un seguimiento unánime. Los taxistas han organizado para la mañana de hoy una marcha lenta desde el aeropuerto de El Prat, que ha provocado largas colas. Los manifestantes han partido a las 11 horas de la T2 y han estado circulando durante el mediodía por la Ronda Litoral con el objetivo de bloquear los accesos al puerto de la ciudad y han colapsado el tráfico de la zona. Los taxistas han llegado hasta la avenida Paral·lel, donde han dado la vuelta y han hecho el mismo recorrido en sentido contrario hacia el aeropuerto.
A primera hora de la tarde, el colectivo ha vuelto a celebrar una nueva asamblea para decidir si ampliaban las protestas o si alargarían la huelga más allá de mañana a las 6 horas. Finalmente han decidido continuar el paro hasta entonces y luego esperarán a la decisión del TSJC para valorar si emprenden más acciones de protesta. Con la mirada puesta en el TSJC, el sector no cierra puerta a más huelgas futuras.
