Cerca de 30 adolescentes de entre 15 y 19 años se infectaron cada hora en 2017 con el virus que causa a el sida el VIH, según un nuevo informe de UNICEF. Dos terceras partes del total eran niñas. «Se trata tanto de una crisis de salud como de nuestra capacidad para actuar», denunció Henrietta Fore, Directora Ejecutiva de UNICEF, quien habló de un problema de información: «En la mayoría de los países, las mujeres y las niñas carecen de acceso a la información, a los servicios, o incluso a la posibilidad de decir no a las relaciones sexuales inseguras. El VIH se propaga entre los más vulnerables y marginados, y deja a las adolescentes en el centro mismo de la crisis».
El informe, presentado durante la Conferencia Internacional sobre el sida que se celebra esta semana en Ámsterdam, muestra que solo el pasado año, 130.000 niños, niñas y adolescentes menores de 19 años murieron a causa del sida, y 430.000 –casi 50 por hora– contrajeron la infección. El documento confirma que los adolescentes siguen siendo las personas más afectadas por la epidemia y que la falta de atención a este grupo está frenando el progreso que el mundo había logrado en las últimas dos décadas en la lucha contra la epidemia del sida.
Tal y como presentaron en el congreso, las adolescentes de entre 10 y 19 años de edad representan casi dos tercios de los 3 millones de jóvenes de 0 a 19 años que viven con el VIH. Y aunque la mortalidad en todos los demás grupos de edad, incluidos los adultos, ha disminuido desde 2010, las muertes entre los adolescentes de más edad (15 a 19 años) no se han reducido.
AFP
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Además, de los 1,2 millones de jóvenes de 15 a 19 años de edad que vivían con el VIH en 2017, 3 de cada 5 eran niñas. Entre los factores que explican la propagación de la epidemia entre las adolescentes cabe destacar las relaciones sexuales precoces, incluso con hombres mayores, las relaciones sexuales forzadas, la impotencia para negociar la posibilidad de tener relaciones sexuales, la pobreza y la falta de acceso a servicios confidenciales de asesoramiento y pruebas de detección.
«Debemos lograr que las niñas y las mujeres tengan la suficiente seguridad económica como para que no se vean obligadas a recurrir al trabajo sexual. Debemos asegurarnos de que dispongan de la información adecuada sobre cómo se transmite el VIH y cómo deben protegerse», dijo Angelique Kidjo, Embajadora de Buena Voluntad de UNICEF. «Y, por supuesto, necesitamos asegurarnos de que tengan acceso a todos los servicios o medicamentos que necesiten para mantenerse sanas. Sobre todo, tenemos que fomentar el empoderamiento de las niñas y las mujeres, y la educación suele ser la mejor vía para lograrlo».
Debemos lograr que las niñas y las mujeres tengan la suficiente seguridad económica como para que no se vean obligadas a recurrir al trabajo sexual
Para ayudar a frenar la propagación de la epidemia, UNICEF, en estrecha colaboración con ONUSIDA y otros aliados, ha puesto en marcha una serie de iniciativas que tienen como objetivo poner fin al sida entre los adolescentes.
Estas iniciativas han dado lugar a un éxito significativo en la prevención de la transmisión maternoinfantil del VIH, según el informe. El número de nuevas infecciones entre los niños de 0 a 4 años de edad se redujo en un tercio entre 2010 y 2017. Ahora, 4 de cada 5 mujeres embarazadas que viven con el VIH tienen acceso a tratamiento para mantenerlas sanas y reducir el riesgo de transmisión a sus bebés.
«Las mujeres son las que más afectadas están por esta epidemia, tanto por el número de infecciones como en su función de principales cuidadoras de las personas que padecen la enfermedad, y deberían seguir estando a la vanguardia de la lucha contra la epidemia», concluyó Fore.
No a la criminalización
Veinte de los científicos líderes en VIH de todo el mundo han lanzado un consenso basado en la evidencia que refuta la lógica de los juicios que criminalizan la transmisión del VIH. La "Declaración de Consenso de Expertos sobre la Ciencia del VIH en el contexto de la Ley Penal" denuncia que al menos 68 países penalizan la no divulgación, exposición o transmisión del VIH y es el ‘estándar de oro’ del conocimiento científico actual sobre el VIH.
La declaración enfatiza que:
No hay posibilidad de transmisión del VIH a través del contacto con la saliva de una persona VIH positiva, incluso a través de besos, mordiscos o esputo.
Tampoco si la pareja VIH positiva tiene una carga viral indetectable. Indetectable es igual a intransmisible
No es posible establecer que el virus se ha trasmitido de una persona a otra, incluso con las herramientas científicas más avanzadas.
La comprensión limitada del VIH refuerza el estigma socava los esfuerzos para hacer frente a la epidemia de VIH.