El Observatorio Espacial Europeo (ESO) informó este jueves de la nueva validación de la teoría del físico teórico alemán, quien predijo que los objetos deforman el espacio-tiempo a su alrededor, haciendo que cualquier luz que pase cerca sea desviada.
En este caso el ESO y su Very Large Telescope (VLT) del norte chileno han podido comprobar por primera vez los efectos de los que trató Einstein en su teoría en relación con el movimiento de una estrella cerca de un agujero negro súpermasivo.
Los astrónomos del ESO pudieron seguir el movimiento de la estrella S2 cuando pasaba en mayo pasado a menos de 20.000 millones de kilómetros del agujero y moviéndose a una velocidad de algo más de 25 millones de kilómetros por hora.
Para seguir a esa estrella utilizaron las observaciones infrarrojas tomadas con los instrumentos Gravity, Sinfoni y Naco, localizados en el Very Large Telescope (VLT) en el norte de Chile, explicó el ESO.
Posteriormente compararon los datos obtenidos de la posición y velocidad de la estrella por Gravity y Sinfoni, con observaciones previas hechas con otros instrumentos, con las predicciones de la gravedad de Newton, la teoría general y otras sobre la gravedad.
"Los nuevos resultados son incompatibles con las predicciones newtonianas y concuerdan de modo excelente con las predicciones de la Teoría General de la Relatividad", según el ESO.
Las nuevas mediciones demuestran un efecto conocido como el desplazamiento al rojo gravitacional, que está considerado como una medida de la expansión del Universo.
"La luz de la estrella se estira a longitudes de onda más largas por el campo gravitatorio muy fuerte del agujero negro. Y el cambio de la longitud de onda de la luz de la S2 concuerda precisamente con lo que predijo Einstein en su Teoría General de la Relatividad", agregó el ESO.
Los responsables del observatorio europeo destacaron que "es la primera vez que se ha observado esta desviación de la teoría gravitatoria newtoniana, más simple, en relación con el movimiento de una estrella cerca de un agujero negro súpermasivo".
"Más de cien años desde que publicara su documento sobre los presupuestos de la relatividad general, se ha demostrado una vez más que Einstein tenía razón, en un laboratorio mucho más extremo del que pudiera haber imaginado", afirmó el ESO.
Françoise Delplancke, jefa del Departamento de Ingeniería de Sistemas en ESO declaró a propósito de este avance científico que " en el Sistema Solar, sólo podemos probar las leyes de la física ahora y bajo ciertas circunstancias. Por lo tanto, en astronomía, es muy importante comprobar que estas leyes también son válidas allí donde los campos gravitatorios son mucho más fuertes".
El pasado julio el ESO reveló que la teoría de Einstein vale también en galaxias situadas más allá de la Vía Láctea. En el estudio publicado entonces se empleó la galaxia ESO 325-G004 que actúa como una fuerte lente gravitacional, distorsionando la luz que proviene de una galaxia lejana que se encuentra detrás de ella y creando un anillo de Einstein alrededor de su centro.
Comparando la masa de ESO 325-G004 con la curvatura del espacio a su alrededor, los astrónomos descubrieron que la gravedad a estas escalas de distancias astronómicas se comporta según lo predicho por la relatividad general.
Luego, a principios de este mismo julio, la validación a Einstein llegó por las observaciones de un grupo de astrónomos, que encontraron una nueva demostración en la constelación Tauro, a 4.200 años luz de la Tierra.
Las mediciones sirvieron para demostrar en ese caso la aplicabilidad del principio de equivalencia, fundador de la Teoría de Einstein, a los cuerpos con su propio campo gravitatorio.
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