La purga que ha realizado el nuevo presidente del PP en el organigrama del partido ha llegado a la hasta ahora tesorera Carmen Navarro. El líder de los populares, Pablo Casado, ha decidido relevar a la máxima responsable de las cuentas de la formación conservadora, que se había visto involucrada en algunos de los casos de corrupción que han manchado la reciente historia del PP. A Navarro la sustituye por Sebastián González, de la máxima confianza de Casado, que fue presidente de la Diputación de Ávila entre 1993 y 2004 y que actualmente es senador por esa misma provincia.
Navarro, mujer de máxima confianza de la exsecretaria general, María Dolores de Cospedal, está procesada en el caso que investiga la destrucción de los ordenadores que el extesorero del PP Luis Bárcenas guardaba en la sede nacional del partido, en la calle de Génova de Madrid. La jueza Rosa María Freire dictó el pasado diciembre auto de apertura de juicio oral contra el PP y tres personas físicas, entre ellas la ya extesorera a la que le atribuye un delito de encubrimiento y daños informáticos. El caso está a la espera de juicio si bien la Fiscalía ha pedido la absolución de Navarro al entender que los hechos por los que será enjuiciada "no son constitutivos de infracción penal alguna".
Además, Navarro fue citada a declarar como imputada en la pieza del caso Imelsa sobre la financiación de las campañas electorales del PP de Valencia, si bien en su declaración ante el juez, el pasado octubre, la ya extesorera aseguró que no tenía acceso a las cuentas locales de la organización en Valencia.
En su intervención explicó que no sospechó nada sobre la campaña del PP que lideraba la alcaldesa de Valencia Rita Barberá en 2011 y 2015 porque en la organización nacional tenían un "colchón" de dos millones de euros que todavía podían gastarse en el conjunto de las campañas locales y no se había llegado al tope legal.