El Ayuntamiento de la capital, que dirige Manuela Carmena, implantará una nueva zona de aparcamiento restringido, exclusiva para residentes. Así consta en la ordenanza de Movilidad Sostenible, aprobada esta mañana en Junta de Gobierno, junto a otras medidas encaminadas a favorecer la movilidad peatonal y ciclista en detrimento del tráfico de coches. Se reduce a la velocidad a 30 kilómetros por hora en calle con un carril por sentido y se regula la circulación de patines, monopatines y vehículos urbanos.
La ordenanza, presentada por la edil del ramo, Inés Sabanés, prevé lo que se ha denominado como Zonas de Aparcamiento Vecinal (ZAV). Se trata de un sistema paralelo al Servicio de Estacionamiento Regulado (SER), bajo demanda de los vecinos y sin límite horario o coste para ellos. Fuentes municipales han detallado que se aplicará en barrios con efecto frontera o con alta intensidad de estacionamiento. Los residentes tendrán plazas reservadas y los foráneos podrán aparcar dos horas como máximo, dentro de un horario que aún debe determinar el Consistorio. Hace meses se barajó de que una de las zonas afectadas por esta medida serían los alrededores del Hospital Ramón y Cajal, al norte de la ciudad.
Sabanés ha detallado que esta nueva regulación pretende «pacificar el tráfico y mejorar la convivencia vial». La ordenanza, aprobada tras estudiar 1.057 alegaciones –se ha atendido el 25%— regula por primera vez cuestiones como la movilidad compartida e introduce cambios en la circulación de bicicletas y patines.
Rebaja de velocidad
Una de las principales novedades es que se establece un límite de velocidad a 30 kilómetros por hora en las calles de un solo carril por sentido y a 20 kilómetros por hora en zonas de vías de coexistencia. Además, abre la puerta a marcar el máximo de 30 en calles con más de un carril en alguno de sus carriles, aunque siempre supeditado a un estudio previo. También a 20 en áreas donde compartan espacio los peatones y los vehículos.
Se regula igualmente el estacionamiento de motos, ciclomotores y bicicletas, así como el de los patinetes eléctricos y los denominados segways. Estos deberán aparcar en zonas habilitadas especialmente para ellos, aunque si no existieran están obligados a dejar más de 3 metros libres en la acera. Si esta fuera menor a 6 metros, estacionarán paralelamente al bordillo; y, si fuera superior a esta medida, en semibatería o ángulo junto al bordillo. En los casos en que las aceras sean de especial protección para el peatón o exista señalización específica estará prohibido su estacionamiento. Lo mismo que cuando haya una banda de Madrid Central.
Bicis y patines
Respecto a la movilidad ciclista, se marca como norma general que deberán circular por la calzada y no por las aceras, con la excepción de los menores de 12 años. Estos han de ir acompañados por una persona adulta a pie. No obstante, se permite el giro a la derecha con semáforo en rojo cuando esté señalizada y la circulación en ambos sentidos en calles residenciales. Los patines y patinetes sin motor,por su parte, podrán circular por las aceras y demás zonas peatonales a una velocidad adaptada al paso de personas.
Las personas de movilidad reducida tendrán prioridad para acceder a la reserva de plazas de aparcamiento público. Desde el área de Medio Ambiente aseguran que se intensificará la vigilancia de las plazas reservadas para tal caso en centros comerciales y de ocio.
