El diputado murciano Teodoro García Egea será el nuevo secretario general del PP que preside Pablo Casado y la exministra de Sanidad Dolors Montserrat, que había sonado para ese cargo, será finalmente la portavoz en el Congreso. Casado lleva dos días lanzando un mensaje muy claro: él es quien manda en el partido después de que fuera elegido con el 57% de los votos y nadie va a imponerle nombres ni condiciones.
El miércoles le transmitió esta premisa a su rival en las primarias, Soraya Sáenz de Santamaría, que pretendía negociar la integración de su equipo en la nueva dirección ‘popular’ negociándola en bloque y con un criterio ‘proporcional’, es decir, conforme a ese 43% de votos que se decantó por ella en el congreso del pasado fin de semana. Casado fue tajante al dejar sentado que es a él a quien corresponde decidir la composición de los nuevos órganos de dirección y así lo está haciendo.
García Egea, su número dos en el partido, es un hombre de su máxima confianza y el artífice de su victoria en la carrera hacia la presidencia del PP en cuanto que se encargó de dirigir su campaña. De hecho, el miércoles estuvo liderando el equipo de Casado que se encargó de negociar con una representación de Santamaría durante una larga reunión en el Congreso que finalizó con la exvicepresidenta rompiendo el proceso al no poder imponer sus condiciones.
El nombramiento de García Egea no figuraba en las quinielas, que se habían inclinado mayoritariamente por una mujer y, especialmente, por alguien próximo a María Dolores de Cospedal, que no consiguió superar el primer corte de las primarias, la votación de los afiliados, y unió sus fuerzas a las de Casado de cara al segundo, la votación de los compromisarios. Se había hablado, entre otras, de Dolors Montserrat, que ejerció de portavoz de Cospedal hasta que se cayó de la carrera, y de la excalcaldesa de Ciudad Real y vicepresidenta tercera del Congreso, Rosa Romero.
Al final, sin embargo, Casado ha actuado con plena independencia, aunque le ha hecho a Cospedal dos concesiones importantes: colocar a Montserrat en la portavocía del Congreso, en lugar de Rafael Hernando, e integrar a Vicente Tirado, otra persona muy próxima a la anterior secretaria general, en la dirección del partido en el puesto que ocupaba Javier Arenas, que definitivamente sale de ese órgano. Ignacio Cosidó, que fue director general de la Policía, estará al frente del Grupo Popular del Senado.
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