La FNFF ha valorado que si se produjese la exhumación por esta vía, se estaría contraviniendo el artículo 86 de la Constitución Española. Según dicho artículo, un decreto ley no puede afectar a los derechos, deberes y libertades regulados por el Título I de la Constitución.
Según la ley actual, la exhumación del cuerpo debe producirse con el “permiso de la familia, y no lo tienen”, y además el cuerpo se encuentra enterrado en una basílica “en donde sólo rige el derecho canónico” como viene recogido en los Tratados entre Iglesia y Estado de 1979.
Para la Fundación Franco, los últimos movimientos del gobierno de Sánchez en este sentido constituyen “una descalificación de una parte importante de la historia de España” y “atenta contra los sentimientos profundos de millones de españoles”.
Esta declaración llega tan sólo un día después de que desde la Fundación se llamase a un “nuevo alzamiento”. “Hoy, como en 1936, hace falta un movimiento revolucionario”, señala un artículo que complementa el editorial distribuido ayer, aniversario del inicio de la Guerra Civil, por la plataforma.
Un movimiento que su autor afirma que “sorprenderá” a muchos y que supondría, añade, “la vuelta de los grandes ideales y principios que hacen verdaderamente feliz a la persona, donde el hombre se siente dignamente hombre y la mujer se siente dignamente mujer”.