Cuando la madre de Blanca Samper se enteró de que un profesor de guitarra «muy bueno» daba clases particulares en verano, no tuvo que esforzarse en convencer a su hija de que se apuntase. «Mamá, eso ni me lo preguntes, ¡es lo que quería hacer desde que estaba en infantil!», fue su respuesta.
Así pasó de la gimnasia rítmica, con la que ocupaba sus horas fuera del colegio, a la guitarra eléctrica.
Hace unos días, la pequeña se presentaba delante del profesor del Trinity College de Londres que realizaba los exámanes en Marbella. Con ella, una gitarra, 11 añitos y pura actitud heavy. ¿El resultado? Superar el grado 8 y convertirse en la alumna más joven en conseguir el nivel más alto de un instrumento en la escuela internacional, ante el asombro del profesor.
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