Ha trabajado para Tele 5, la Cuatro y Canal Sur. Y junto con el profesor Javier Yanes aportan a las redes el humor que no suele aparecer por estos canales, tan dominados por la hipertensión. Cazón palangana es, sobre todo, humor y guasa. Alfonso Ramos, por solidaridad con la mascota que da nombre a la cuenta, confiesa que no suele frecuentar los bares con cáscaras de gambas en el suelo y que su lugar preferido siempre es el universo cazón: desde una freiduría a un cartucho de adobo. Se considera feriante, nada capillita y le cuesta sobrellevar a los jartibles. Le encantaría llevar a las pantallas una idea propia basada en la serie Cámara Café, pero escenificada en una tasca de las de barra de chapa y serrín.
Hablemos de fútbol. ¿Le parece?
Estupendo. A mí me encanta.
Su cuenta en las redes es un ejercicio permanente de humor. Aún recuerdo el video sobre lo que es un entrenador con mando en vestuario cuando Caparrós aterrizó en el SFC.
Es más fácil hacer humor cuando la gente está cabreada. Aquel vídeo recogía el interior de un vestuario sevillista en un momento difícil para el equipo. Y se veía al entrenador repartiendo collejas. La gente lo celebró.
Aquel vídeo se hizo viral. ¿Recuerda el número de visitas?
Millones de visitas en Facebook.
¿Le dijo algo Caparrós?
(Risas) Sobre este video en cuestión no. Pero sí sobre el que hicimos para la Copa del Rey que disputó el equipo contra el Atlético de Madrid. Fue tan celebrado que uno de los personajes del vídeo, El Largo, inspirado en la Lista de Schindler, me consta que el club hizo gestiones para hacer al actor, Iliam Neelsson, socio de honor del Sevilla.
¿Cómo nació Cazón Palangana?
Como parodia de otra cuenta de Twitter, Salmón Palangana, que es un magnífico blog de Álvaro Yanes, hermano del compañero que integra Cazón Palangana, Javier Yanes.
Basada en la Lista de Schindler los cazones crean dos personajes que son santo y seña de la cuenta: El Largo y el Gafas. ¿Qué representan?
El Largo es un héroe para el sevillismo. En época de crisis, cuando nadie confía en el equipo, él lo hace y la realidad le da la razón. El Gafas es mucho más escéptico, más realista y no se deja llevar tanto por la pasión. Además, en el capítulo final, El Gafas se confiesa bético.
Los vídeos son suyos. ¿Y los textos que interpretan los personajes?
Los textos los hacemos a medias entre Javier Yanes y yo.
¿Es capaz de poner en pie una situación de El Largo y el Gafas?
En pleno debate sobre Sergio Rico, El Largo dice: recemos porque a Sergio Rico no se la tiren bombeaita…
Frente a la radicalidad que para determinados sectores futbolísticos de la ciudad significa la militancia, ustedes ponen en valor el humor, el reírse de uno mismo si hiciera falta.
Sí, de hecho hemos demostrado que en época alta del Sevilla nos reímos del propio Sevilla, no de los vecinos. Es muy sano reírse de uno mismo.
En el Sevilla, Muriel ha dado dulces motivos para ser leyenda…
(Risas) Sí, él sale todos los partidos y no tiene bastante con comerse al rival…
En el Betis Joaquín podría haceros la competencia a base de humor.
(Risas) Joaquín es un fenómeno de la naturaleza. No podemos competir con su humor. Nosotros somos una marca. Lo suyo nace de él mismo. Genio y figura.
¿Y en el Mundial? ¿Maradona en el palco no da para una serie completa?
(Risas) Gracias a los palcos y a Maradona Twitter no es un cementerio.
Sampaoli ha estado cumbre. Creo que en Argentina lo han elevado a la categoría de catástrofe. ¿Le inspira una película de miedo?
(Risas) A nosotros en Sevilla, Sampaoli nos recuerda al gran Paquili del Cerro del Águila, un cofrade insustituible en los programas de la televisión local.
¿Y no ve a Lopetegui interpretando un monólogo sobre la película de Coge el dinero y corre?
(Risas) Lopetegui, con el miedo escénico que tiene, no es capaz de hacer un monólogo. Y le puede dar otro chungo como el que le dio en televisión siendo comentarista.
A Sergio Ramos también se le ven posibilidades de un buen guiso de cazón…
(Risas) Sergio Ramos nos ha dado mucho juego antes y durante el mundial. De hecho, cuando se quita la camiseta y nos enseña las espaldas parece la puerta del cuarto de baño de un instituto. También cuando celebra un gol hace más señas que aquel intérprete de Mandela que, con sus gestos, traducía a los sordomudos las palabras del líder africano. Después se demostró que era un intérprete falso.
Pero como el iraní aquel que en el último minuto contra España sacó de banda haciendo la voltereta ninguno…
Ese será el momentazo del Mundial. No se lo quita ni un gol en el último minuto el día de la final.
¿Se confirma que ese jugador sigue con vida en Irán?
(Risas) Es el personaje ideal para que lo fiche el vendedor de cupones de la calle Tetuán. El que chilla como el que se pega un golpe con el dedo chico contra la cama.
