Con un nuevo escenario, ingresos recortados, gastos aumentados y muchas incertidumbres. Así se presenta el Presupuesto de la Unión Europea para el horizonte 2021-2027, el primero de la era «postBrexit», que reduce los miembros del ámbito comunitario de 28 a 27 tras la salida certificada por el Reino Unido. Aunque las Cuentas se debaten a miles de kilómetros de distancia, también tienen su impacto en Castilla y León. Y no es menor. La Política Agrícola Comunitaria (PAC) es una de las partidas más conocidas que prevén de fondos a la Comunidad, pero no la única. A cerca de 1.200 millones de euros se eleva lo calculado por la Junta en el capítulo de ingresos procedentes de Europa para engrosar las Cuentas de la Comunidad de este 2018, el 11 por ciento de los más de 10.859 millones a los que se eleva el Presupuesto autonómico.
Y es que no sólo de los 924 millones de euros de la PAC vive el «cajón» de las arcas de regionales en el que se consignan los fondos europeos, aunque éstos sí son los más cuantiosos. No en vano, suponen en este ejercicio el 77 por ciento. Pero esa cuantía menguará, pues la propuesta lanzada por la Comisión Europea plantea un recorte de los fondos agrícolas a partir de 2021 de un 5 por ciento de media para el conjunto de países, con 16 -entre ellos España-, en los que bajará, otros en los que se mantendría igual y los tres últimos en incorporarse a la Unión -Estonia, Letonia y Lituania- con más percepciones.
Posición común
Dentro de la PAC, la propuesta dada a conocer por el presidente del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker, y el comisario de Presupuestos, Günter Oettinger, sí mantienen que la UE cargará el cien por ciento de los pagos básicos, sin abrir la puerta a la criticada cofinanciación por los países, pero con una merma del 3,9 por ciento. De hacerse realidad, para Castilla y León supondría un agujero de 55 millones de euros anuales a dejar de ingresar por este concepto.
Aunque es sólo la propuesta inicial, pues queda por delante un largo periodo de negociaciones, en el que serán importantes tanto las cuantías como el modelo de PAC que establezca las bases para el próximo horizonte. En este sentido, una de las bazas que quiere jugar Castilla y León es la línea específica para investigación e innovación. El objetivo es lograr una buena parte de esos 10.000 millones de euros con que está dotada. Eso sí, sin perder de vista que el objetivo es que «no se reduzca ni un solo euro» en lo que llega a la región a través de la política más veterana de la Unión, que de cara al próximo horizonte presupuestario estará dotada con 365.000 millones de euros para los 27. Para ello, la Junta cuenta con el respaldo y la «ventaja» de sumar un acuerdo que une en de organizaciones agrarias, cooperativas, partidos políticos y diversas organizaciones en torno a una postura de Comunidad. Además, también trabaja en la alianza con otras regiones con los mismos intereses, así como en el entendimiento con otros países que permita hacer más fuerza en Bruselas a la hora de defender sus postulados sobre la PAC.
Y en 50 millones ha cifrado la consejera de Agricultura y Ganadería, Milagros Marcos, lo que podría dejar de recibir anualmente Castilla y León a cuenta del Desarrollo Rural, tal y como está el actual planteamiento de la Comisión Europea para la nueva PAC. Sería reducir casi a la mitad lo percibido en el actual periodo: 120 millones de euros al año. De hecho, los Feader (Fondo Europeo de Desarrollo Rural) supone n la segunda partida más voluminosa que entra en las arcas regionales a través de partidas procedentes de Europa. Para este año, están presupuestados cerca de 170,8 millones de euros de ingresos.
Otra partida que el Ejecutivo de Bruselas ya ha dicho que se tocará a la baja es la de los fondos de cohesión, también importantes para Castilla y León. La propuesta dada a conocer a principios de mayo por Juncker y Oettinger cifra en 273.000 millones su dotación, con una merma del 7 por ciento en el reparto para el conjunto de países.
Partidas inferiores
Junto a la PAC, otros programas vinculados al medio rural son los que más cuantía suman en partidas llegadas de Europa. Según figura en los Presupuestos de la Comunidad para 2018, a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional, se suman dos partidas: una de más de 58,3 millones de euros y otra que casi alcanza los dos millones. A través del Feaga (Fondo Europeo Agrícola de Garantía) se suman a las Cuentas autonómicas algo más de seis millones.
Pero no sólo para el medio rural y la agricultura y ganadería dedica Europa dinero que llega a Castilla y León. Tecnología, fondos sociales o vinculados a la educación también figuran en el capítulo de ingresos por esta vía, aunque n partidas inferiores. Cerca de 600.000 euros suman los fondos de adaptación a la globalización previstos para este año. Más voluminoso, el Fondo Social Europeo, que supera los 32 millones de euros. Y distintos convenios y programas añaden algo más de 1,2 millones de euros. Aquí se contabilizan partidas tan diversas como destinadas al medio ambiente mediante los programas Life, para la investigación, el Plan Europa Joven o el Erasmus Plus.
Partidas inferiores, pero también importantes para la vida de Castilla y León, pendiente de cómo quedarán en el nuevo Presupuesto comunitario. Un cuadro económico que, según la Comisión, pretende dar «una respuesta honesta a la realidad actual y a la expectativa de que Europa desempeñe un papel más preponderante en la seguridad y la estabilidad mundiales». Los recortes en el gasto se dan por hecho en unas Cuentas que ascenderán 1,279 billones de euros en compromisos de gasto para los próximos siete años, frente a los 1,083 billones del marco 2014-2020.
