El independentismo se muestra dividido ante el nuevo escenario que se ha abierto por la llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa y alterna los guiños a la vía unilateral con una actitud más pausada y pactista. Un dilema que encarna también Esquerra, partido que se abonó a la senda más pragmática del soberanismo al quedar por detrás de Junts per Catalunya en las pasadas elecciones. Ahora, el líder republicano en el Congreso, Joan Tardà, insiste en la «desobediencia» y apela al 1 de octubre para implantar la república, un discurso que llega en plena «operación deshielo» con el Gobierno del PSOE y tras la polémica surgida por la moción aprobada en el Parlament y recurrida al Tribunal Constitucional.
«Tendremos que desobedecer cuando sea necesario. Lo que estamos protagonizando es un gran proceso de desobediencia. Si estamos donde estamos es porque hemos sido capaces de desobedecer», aseguró ayer Tardà en una entrevista a Rac 1. Además, el diputado republicano también se refirió a dos fechas clave para el independentismo –la consulta dle 9-N de 2014 y el 1 de octubre– y dijo que fueron «un responsable, democrático, cívico y pacífico proceso de desobediencia».
«Si el 1 de octubre, delante de una población cívica e indefensa, se utilizaron de forma tan burda y violenta las fuerzas del orden público, ¿qué no se hubiera hecho si se hubiera decidido implementar la república proclamada en el Parlament?», se preguntó Tardá antes de asegurar que «hubiera habido un baño de sangre» si se llega a implementar la república. Un discurso duro, en la línea del de otros líderes de Esquerra como Marta Rovira, que se había dejado en un segundo plano con la llegada del PSOE a La Moncloa.
«Desde el pie, la montaña se ve más alta de lo que parecía», resumió haciendo autocrítica sobre la estrategia independentista llevada a cabo en los últimos meses.
Las apelaciones de Tardà a la «desobediencia» coinciden con moción presentada por la CUP y aprobada esta semana en el Parlament que ratifica el inicio de la «desconexión» votado en 2015 y suspendido poco después por le Tribunal Constitucional. Un nuevo paso del independentismo desaconsejado por los propios letrados del Parlament al tratarse de un texto tumbado por el Alto Tribunal.
Estos mensajes a favor de recuperar la senda unilateral contrastan con el papel más pactista que muestran algunos dirigentes cercanos al Govern de Quim Torra, cuya intención es dialogar con el Gobierno. «Lo que haremos es hablar del derecho del pueblo catalán a decidir lo que quiere ser en referéndum votando y de manera cívica, y dando una salida política a un conflicto que es político», resumió el diputado de Junts per Catalunya, Eduard Pujol.
Las claves
Los mensajes de Tardà a favor de recuperar la senda unilateral y la desobediencia coinciden con la moción presentada por la CUP y aprobada en el Parlament para ratificar el inicio de «desconexión» de 2015, un texto tumbado por el Constitucional.
Elsa Artadi tachó ayer de «incomprensible» la decisión del Gobierno de impugnar ante el TC el texto salido de la Cámara catalana. «Es evidente que tampoco ayuda», respondió sobre si este gesto condicionará la reunión de hoy entre Torra y Sánchez.
