Después de un Mundial de Rusia en el que la tecnología está siendo la auténtica triunfadora, tanto por el éxito del VAR (videoarbitraje) como por la comunicación de los banquillos de las diferentes selecciones con el exterior a través de «pinganillos», la liga alemana ha decidido dar un paso adelante.
Ya desde el próximo curso los técnicos de la primera y la segunda división alemanas podrán emplear en el banquillo hasta tres dispositivos móviles mientras se están disputando los partidos.
Los teléfonos o tablets podrán ser utilizados con fines tácticos y médicos, con el objetivo de mejorar la labor del entrenador a través de comunicaciones con otros miembros del cuerpo técnico situados en otras partes del campo con otra visibilidad, y también de mejorar la atención a los jugadores lesionados y el tiempo de reacción después de las lesiones.
El empleo de esta tecnología debe hacerse garantizando que tanto el banquillo local como el visitante de cada estadio deben tener acceso a internet y condiciones similares para evitar desigualdades, y que la tecnología no se empleará para cuestionar decisiones arbitrales, pues en caso contrario se aplicaría una sanción.
