En un comunicado leído ante la televisión estatal de Guinea Ecuatorial, el presidente Teodoro Obiang ha ordenado liberar a todos los presos políticos del país centroafricano. «Declaro la amnistía total de todos aquellos ciudadanos (...) encarcelados por delitos políticos por el ejercicio de su actividad, hayan concluido o no su condena». El decreto ha sido publicado por la Oficina de Información y Prensa del Estado.
Los acontecimientos se han sucedido tras las denuncias por tortura y asesinato de Juan Obama Edú, un militante opositor al que el régimen mantenía prisionero desde finales de 2017. Según las informaciones de la agencia Efe, Obama Edú se encontraba en la cárcel de Evinayong, localizada en el interior del país.
Obiang gobierna en régimen de partido único, con elecciones denunciadas por fraudulentas
De acuerdo con los líderes de la principal fuerza de oposición, Obiang denunció un supuesto golpe de Estado durante las
elecciones legislativas
del pasado otoño, para posteriormente encarcelar a la disidencia que resiste en Guinea Ecuatorial. Las masivas redadas que se sucedieron entre noviembre de 2017 y enero de 2018 acabaron con más de 146 presos políticos en cárceles del país.
Teodoro Obiang controla el país desde 1979, cuando asesinó a su tío, Francisco Macías, e instauró una suerte de teocracia -afirma el dictador que está «en contacto permanente con Dios»-. Se calcula que gana alrededor de 50 millones de euros al día gracias a las explotaciones de petróleo descubiertas en 1990 en el golfo de Guinea.
Colonia española hasta 1968
Debido a este hallazgo, el país costero es uno de los más desiguales del mundo. Tiene un PIB per cápita tan elevado como algunas democracias occidentales, pero tres de cada cuatro ecuatoguineanos sobreviven con menos de un dólar al día. Guinea Ecuatorial ocupa el puesto número 135 en el ranking del
índice de Desarrollo Humano
. Más de la mitad de la población no tiene acceso a agua potable, uno de los niveles más bajos de África.
Guinea es además uno de los regímenes más represivos del mundo de acuerdo con el «think tank» Freedom House, situándose al nivel de territorios como Somalia o Corea del Norte.
Este no es el primer intento de Obiang para mejorar la imagen externa del país. En 2008 intentó patrocinar un premio científico convocado por Naciones Unidas, que nunca se llegó a entregar debido a las protestas de diversas organizaciones humanitarias. El próximo año se cumplirán 40 años de su ascenso al poder, lo que le convierte en uno de los dictadores más longevos del mundo.
