Un año más, los alumnos del Colegio Carmelitas de Toledo disfrutan del tan esperado campamento de verano, este año en Urdues, junto a Jaca, en plenos Pirineos. Y lo hacen de la mano del sacerdote José Antonio Jiménez «Quillo», que durante diez días comparte con ellos vivencias junto al equipo de monitores y sus profesores.
Desde sus tiendas de campaña, cada mañana pueden disfrutar de la naturaleza en plena Sierra en El Valle de Hecho. «Es el milagro de la presencia de Dios en la naturaleza», subraya Quillo.
Reunión de patrullas con un tema cada día, oracion a la Virgen, marchas al río para darse un buen baño, visita a la Ciudadela de Jaca y a patinar en su pista de hielo, visita a San Juan De la Peña y las actividades de raffting y tirolina o barranquismo en los Mallos de Riglos. «Es el Milagro de la convivencia y el esfuerzo compartido», añade el sacerdote.
Un deseado viaje este de conocer Urdues, donde los jóvenes han podido celebrar la Misa a los pies de la Virgen, presidida por el capellán Jose Antonio,«Quillo», y algunas familias que subieron desde Toledo al santuario francés.
