El abogado de una de las víctimas de Norbert Feher, apodado Igor el Ruso, cree que este criminal serbio contó con algún cómplice que le dio cobertura o le prestó ayuda durante su estancia como fugitivo en montes de Albalate del Arzobispo (Teruel).
«Me cuesta trabajo creer que no contara con alguien que le ayudó», ha afirmado el letrado Mariano Tafalla, que defiende a la familia de Víctor Jesús Caballero, uno de los dos agentes asesinados por Igor el Ruso el pasado diciembre en parajes situados entre Albalate del Arzobispo y Andorra, en la provincia de Teruel. En quince minutos acabó con la vida de esos dos guardias civiles y del ganadero José Luis Iranzo.
Este abogado ha explicado que está a la espera de que se levante el secreto a la parte de las pruebas que todavía no han sido facilitadas a las partes. Mientras, sigue su curso la instrucción judicial por el triple crimen cometido por Igor el Ruso, que escasos días antes, en la misma zona, también tiroteó a dos lugareños. Les dejó malheridos, pero viven para contarlo.
Mariano Tafalla considera que, a priori, dadas las cirunstancias en las que permaneció oculto Igor el Ruso, por lógica lo más probable es que tuviera ayuda. Llegó a esa zona con no pocos bultos de enseres personales -entre ellos dispositivos informáticos- y permaneció en ella durante diez días, en una aislada zona de montes y masías. Uno de los puntos que deberá exclarecer la investigación es, precisamente, cómo llegó Igor el Ruso a ese rincón de la provincia de Teruel, cuál fue el periplo que siguió desde que meses antes se dio a la fuga en Italia tras cometer otros dos asesinatos, por qué eligió esconderse en esos montes turolenses y, en su caso, qué contactos pudo tener en España.
