La moción de censura contra Mariano Rajoy ha vuelto a tensar las ya de por sí distantes relaciones entre el PDeCAT y Junts per Catalunya. Mientras el partido de Marta Pascal se muestra abierto al diálogo con el PSOE y no descarta un pacto para echar al PP del Gobierno, el grupo parlamentario de Carles Puigdemont se posiciona totalmente en contra a no ser que Sánchez cumpla con unas condiciones inasumibles para los socialistas. Diferencias estratégicas que pueden llegar a ser definitivas teniendo en cuenta que JxCat no goza de representación en el Congreso ya que es la antigua CDC quien se presentó a las elecciones generales. Por tanto, es el PdeCAT quien tomará la decisión final.
«Reconocer a los presos políticos» y apostar por su liberación, aceptar que el presidente de la Generalitat es Carles Puigdemont y rebajar el tono contra Quim Torra son sólo algunas de las peticiones que JxCat pone sobre la mesa a los socialistas para recibir su apoyo a la moción. «Sería sustituir un presidente del club del 155 por otro», aseguró ayer la diputada del grupo parlamentario, Gemma Geis.
Es decir, en Junts per Catalunya ven insalvable que los socialistas pactaran con PP y Ciudadanos la intervención de la autonomía y el bloqueo actual del Govern, por lo que encarecen al máximo el precio de su «sí» a Sánchez.
Sin embargo, este hipotético voto negativo de Junts per Catalunya puede quedarse en una simple gesticulación más del círculo de Carles Puigdemont. «Nosotros no tenemos representación en el Congreso», admiten desde el grupo parlamentario antes de matizar, eso sí, que pueden opinar «sobre lo que sería deseable».
El PDeCAT, en cambio, está mucho más abierto a secundar la moción de censuracomo un voto de castigo a Rajoy más que como un apoyo a Pedro Sánchez. De hecho, el partido de Marta Pascal sólo ha puesto una única condición por el momento: que sus votos no vayan en el mism o saco que los de Ciudadanos. Con esta maniobra, la formación busca volver a tener un papel relativamente relevante en el Congreso después de haber perdido foco en los últimos años.
Las posturas entre posconvergentes del PDeCAT y del círculo de Puigdemont son tan distantes que una de las dos partes tendrá ver como la otra hace justo lo contrario. Según Marta Pascal, el partido es quien tiene la «autonomía» para decidir, además de remarcar que el primer punto de su programa electoral era «echar a Rajoy de la Moncloa».
Por tanto, la formación podría contradecir casi por primera vez lo que dice Puigdemont y su entorno desde Bruselas para plantearse su apoyo a la moción de censura del PSOE.
Esta decisión llega además en un momento de tregua entre ambas facciones después algunos movimientos internos importantes. La semana pasada, los críticos afines a Puigdemont filtraron que el alcalde de Molins de Rei, Joan Ramon Casals podía disputarle la coorrdinación general a la propia Pasca. La dirigente reaqccionó con rapidez y evitó esta posibilidad anunciando que se presentará a las elecciones municipales bajo el paraguas de Junts per Catalunya. Este acercamiento se tiene que materializar mañana, cuando Quim Torra (independiente de la órbita de Puigdemont) acuda por primera vez al consejo nacional extraodinario del PDeCAT. El presidente, además, también se opone a pactar con el PSOE contra Rajoy.
