El Ayuntamiento de Barcelona había anunciado hace algún tiempo que la nave central del recinto fabril de Can Batlló acogería el archivo de la ciudad. Pues bien, ayer se conocieron los detalles y, lejos de convertirse en una bóveda de alta seguridad, el Ayuntamiento prevé que la fábrica sea un gran equipamiento cultural para el barrio. Así, el proyecto ganador del concurso, llamado Ágora -formado por el equipo de arquitectos OP Team, Mendoza Partida y Ramon Valls-, prevé que, además de acoger todas las instalaciones necesarias para preservar el fondo del archivo, el equipamiento tenga varios espacios abiertos al público.
El área abierta, de este modo, tendrá una gran recepción, salas de exposiciones, un auditorio, un espacio de consulta de documentos y zonas de descanso, además de cafetería, tienda y librería. La nave central también acogerá un espacio vecinal, que funcionará de manera autónoma respecto al archivo. El proyecto prevé que los accesos conecten con los diferentes espacios del equipamiento pero también con el resto de instalaciones del recinto, como el futuro parque y la escuela EMAV.
La idea central del proyecto es romper con la idea del archivo como un espacio cerrado y abrirlo a todos los públicos. La propuesta ganadora es obra de la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por tres estudios de arquitectura de la ciudad (OP Team Arquitectura, Mendoza Partida Architecture y Ramón Valls Ortiz). El proyecto prevé mantener íntegramente la mitad del edificio, que está catalogado como bien cultural de interés local, y recuperar los elementos más característicos del inmueble original como las cubiertas, la fachada y el espacio interior.
El calendario del proyecto prevé que las obras comiencen a finales del año que viene y que queden terminadas en un plazo de dos años y medio, es decir, en 2022. Antes habrá que superar diferentes etapas. En cualquier caso, el Archivo de la Ciudad tendrá una superficie de casi 19.000 metros cuadrados destinados a la conservación y difusión del fondo de la ciudad.
