Un buen mago es capaz de sorprender a cualquiera con sus juegos de manos. Los niños creen en sus poderes, los adultos no entienden dónde está el truco; y al final, la verdadera magia es la sonrisa que todos lucen durante el espectáculo. Claro que resulta más emocionante en el caso de los más pequeños, convencidos de que los ilusionistas son capaces de hacer que algo aparezca y desaparezca a su antojo. Un vídeo que se ha hecho viral en Twitter durante la última semana es la prueba perfecta de ello.
El usuario
@Kostka_Chris
es quien ha compartido las imágenes en su perfil, obteniendo una impresionante respuesta de todos los internautas. El vídeo, publicado el pasado 22 de mayo, ya acumula más de 18 millones de visualizaciones, así como medio millón de retuits y 1.2 millones de 'likes'. Se trata de un minuto y medio en el que un joven médico hace las delicias de un niño con sus trucos de magia. La destreza del doctor y la expresión de felicidad del crío han conmovido a personas de todo el mundo.
lemme bless y’all with this video pic.twitter.com/lwUIY3rwPj— chris’ real name is chris (@kostka_chris)
22 de mayo de 2018El mago fascina al chaval sacando de la nada unas pequeñas luces rojas que brillan en sus dedos. Ante un maravillado espectador, juega con las lucecitas haciendo que salgan de aquí y de allá, incluidas sus propias orejas y las manos y la barbilla del pequeño. Como un auténtico profesional de la magia, el médico actúa con naturalidad y fluidez, logrando capturar la atención de su paciente. Sea cual sea su problema de salud, es indudable que la magia lo habrá hecho un poco más llevadero.
El héroe se llama Eyal Simchi y es dentista en una clínica de New Jersey. En la
página de Facebook
del centro médico pueden encontrarse un buen número de vídeos en los que demuestra sus habilidades. No sólo hace magia: también canta o hace que los niños participen en sus pequeños 'shows' como ayudantes. Muchos adultos se han interesado por conseguir una cita con el doctor Simchi, pero ya ha aclarado que su tiempo está reservado para los más jóvenes. «Sólo atiendo a niños. Mi asistente tiene una lista de los adultos que intentan colarse», bromea.
