Este pasado fin de semana teníamos intención de haber hecho travesía por el Pirineo, pero el mal tiempo anunciado nos hizo desistir. Se pronosticaba una ventana de tiempo estable para el domingo por la mañana, por cuestiones logísticas el desplazamiento al Pirineo no era viable, así que decidimos ir a ver qué tal estaba el "glaciar" del San Lorenzo.
Llegamos al parking, pusimos focas, nos abrigamos(0º) y empezamos el porteo. Tras unos extenuantes (:diable:) 15 minutos llegamos a la" lengua del glaciar". La noche había dejado una fina capa de nieve que eliminó la mayor parte del polvo sahariano que tenía la estación. Ya habíamos entrado en calor, así que fuera chaqueta, esquís a la nieve y para arriba.
A unos 300 metros, la morrena central entre los glaciares de Rehoyo y Salegares estaba descubierta, pero como llevábamos esquís de "frirrai", nos dio igual, cruzamos sin problemas.
Vamos ganando altura y empieza a soplar el viento. Las nubes amenazan y no tenemos claro si vamos a librar, pero no desistimos. El valle está precioso, muy verde, y el sol que se cuela entre las nubes hace juegos de luces y sombras. A lo lejos se aprecian las cumbres nevadas de la Cantábrica y las estribaciones orientales de los Picos de Europa.
Progresamos por el glaciar de Campos blancos, podemos apreciar la morrena lateral completamente verde.
Sorprende la cantidad de nieve que aún queda a estas alturas de la temporada.
Nos encontramos un serac. Con gran riesgo y mucha audacia lo cruzamos sin incidencias.
En la curva aparece una morrena superficial. Excesivo hasta con nuestros esquís de "frirrai"(igual con unos "bacauntri frirrai"...), así que a cruzar andando. Un pequeño sacrificio.
Seguimos avanzando, al fondo el San Lorenzo con su glaciar de la Cara Norte a la derecha. A la izquierda nuestro objetivo, el glaciar del Calamantío.
Espectacular también el verdor en el valle del Calamantío. Al fondo el Urbión.
Llegamos a nuestro objetivo, quitamos las focas, repostamos un poco y nos disponemos a afrontar el descenso. La corta parada y el viento reinante hacen estragos, manos heladas y doloridas. Así que sin fotos nos lanzamos a desvirgar la pala. En cuanto perdemos altura la calidad de la nieve baja, por lo que optamos por hacer una diagonal y volver a salir al glaciar de Campos Blancos... pero con unos giros gloriosos en una nieve espectacular dadas las fechas y la zona.
Bien abrigados, eso sí. Bajo cero y con viento, condiciones primaverales:diable:
En la bajada nos vamos encontrando sorpresas que normalmente no se ven. El deshielo forma pequeñas cascadas por doquier.
Y con pena llegamos al final de nuestra pequeña aventura, pero con la satisfacción de haber disfrutado de Valdezcaray hasta mediados de Mayo, con unos 650 m. de desnivel esquiables prácticamente sin cortes.
Esperemos que la próxima temporada sea tan buena como esta:)