«He pasado dos días de mierda. Pero es llegar aquí y veros, y se me pasa todo. ¡Qué bien!». Todavía con algunas secuelas del susto en su rostro, pero con la frente alta y mirando al horizonte de fans, Mikel Izal afrontó este fin de semana en Mallorca su primer concierto tras el escándalo generado en las redes sociales por su supuesto acoso sexual a varias seguidoras. Habían pasado eso, nada más que dos días desde que su carrera sufriera el peor traspies imaginable. Pero el músico navarro no se amilanó ante la posibilidad de escuchar algún pitido, insulto o abucheo, subió al escenario, se colgó la guitarra e hizo lo que sabe hacer: llevar a sus «izalers» hasta un éxtasis de épica pop y coros multitudinarios.
Fue, obviamente, el concierto con más morbo del Mallorca Live Festival, un evento que en su tercera edición se ha afianzado no sólo como una de las propuestas más jugosas de la temporada, sino también como un atractivo de primer orden para el turismo en la isla antes de la llegada del verano. De hecho, se diría que el festival inaugura el estío en Mallorca. «Es increíble la de gente que ha llegado esta semana. El festival nos está dando muchísima faena», decía una camarera de Magaluf, la localidad que lo acoge. Y ojo, sin incidente alguno a pesar de batir su propio record de asistencia y conseguir un flamante «sold out» en su segunda jornada.
En la primera jornada, además de Izal destacaron varias bandas de un cartel que ha mejorado sensiblemente respecto al año pasado. Una de ellas fue Black Lips, que rebajó su discurso garaje-punk ante un público que no está acostumbrado a tanto sudor y grasa. Así, el habitualmente salvaje quinteto de Atlanta tocó con ritmos desacelerados y tirando de medios tiempos y tonadas de aire country para no desentonar demasiado en una cita eminentemente pop.
«¡Mallorca! ¿Quién quiere un master?»
Tras ellos, el colectivo de fusión La Raíz apareció en otro de los escenarios con su milimetrada combinación de espontaneidad y performance, lanzando una puya a la ya troceada Cifuentes y levantando a un público español que se despidió del grupo (hace poco anunciaron que esta es su última gira) coreando sus hits sin descanso. Después llegó el turno de Izal, y enseguida se pudo comprobar que no han perdido seguidores: el recinto pasó de estar medio vacío a estar a reventar. Más de doce mil personas ovacionaron a Mikel cuando salió a las tablas para presentar su «Autoterapia» en un show con espectaculares juegos de luces, que casi casi eclipsó al de Primal Scream, unos maestros de este oficio que hicieron honor a su leyenda con un show lleno de veteranía y estribillos memorables.
Entre concierto y concierto, los miles de festivaleros pudieron disfrutar de las mejores propuestas gastronómicas internacionales y descansar en zonas de chill out, contemplar muestras de street art en vivo de la mano de artistas como MisterPiro, Enrique de Rio, Moises Losano y María Martin e incluso aprender un poco de la naturaleza de la isla en espacios de concienciación medioambiental.
La segunda jornada arrancó con Stuffed Soup, ganadores del concurso Mallorca Live Talent, y continuó con las actuación de Macaco, que llenó de buen rollo una carpa abarrotada tras unos renacidos Sobrinus, de vuelta tras quince años sin actuar en directo. También regresaban con mucha expectación los mallorquines Sexy Sadie, que celebraron con su directo en el Mallorca Live el veinte aniversario de su mítico disco «It’s beautiful It’s love». Un rato antes, en el mismo escenario, justo antes de la puesta del Sol, Morgan se convirtieron en una de las revelaciones del fin de semana para gran parte del público, ya que se oyeron muchos buenos comentarios acerca de su soul en las colas para comprar bebida en las barras (bastante bien gestionadas, al igual que los accesos y el resto de servicios).
MorganOtras de las mejores sorpresas del festival, si no la mejor, fue la de Los Espíritus, una banda argentina que demostró que aún se pueden hacer cosas con mucha personalidad en esto de la música de guitarras. Finos, elegantes, originales y con una actitud espontánea muy seductora, enamoraron sin remedio a todos los que se acercaron a verlos al escenario pequeño.
El rapero zaragozano Kase.O dio otro de los recitales más contundentes del fin de semana y cedió el testigo a El Columpio Asesino, incomprendidos por una parte del público y alabados por otra. Entonces llegó la hora de los cabezas de cartel indiscutibles de la cita, los británicos The Prodigy. Tremendos, como siempre, tanto en sonido como en luminotecnia, supieron convencer a todo el público para que se quedara en la pista sin ponerse a cubierto. y es que pasada la medianoche, la lluvia hizo acto de aparición y a punto estuvo de estropear el fin de fiesta. La gente aguantó el chaparrón mientras duró el concierto de los rayes del rave-techno, pero los rayos y truenos fueron echando al personal mientras !!! (chk chk chk) presentaban sus temazos de pop electrónico, y finalmente obligaron a cancelar las actuaciones de DJ Coco y The Market Noise, en una decisión a todas luces acertada. Para qué arriesgar, si el éxito de esta tercera edición estaba ya certificado y sellado.
The Prodigy