La Comisión Europea mantiene su apoyo al orden constitucional español y las ideas racistas y supremacistas de Quim Torra no le merecen ni siquiera un comentario que pudiera «dignificarlas». El presidente de la Comisión Jean-Claude Juncker mantuvo el pasado miércoles un debate en el Parlamento Flamenco en el que tuvo que resistir los ataques de los independentistas de esta región belga y ayer su portavoz Margaritis Schinas dijo que no había cambiado su posición en defensa de la legalidad y de la unidad de España «que es universalmente conocida».
Por lo que respecta al nuevo dirigente catalán, a la pregunta de si le merecían alguna reacción sus declaraciones denigrando a todos los españoles y a los catalanes que no se sienten nacionalistas, el portavoz de Juncker, el griego Margaritis Schinas, se limitó a decir que se trata de un discurso que no merece ni siquiera ser dignificado en la sala de prensa. «No voy a dignificarlo con un comentario» respondió el portavoz en inglés después de haber escuchado también traducidos algunos de los exabruptos de Torra. Normalmente, los portavoces comunitarios no suelen «hacer comentarios sobre comentarios». Esta reacción puede considerarse como un grado de rechazo más explícito.
En la comparecencia de Juncker del los parlamentarios independentistas flamencos insistieron en reprocharle a la Comisión una supuesta incoherencia respecto a la situación en Cataluña, a lo que este respondió que Bruselas «tiene por costumbre respetar las decisiones de la justicia» de los estados miembros así como «el orden constitucional» de los mismos.
