El CF Talavera finalizó ayer la temporada de su regreso a Segunda B de una manera brillante: ganando al colista Cerceda por 0-2 y asegurando el séptimo puesto en la tabla con 56 puntos, lo que le vale para jugar la Copa del Rey la próxima temporada. Un logro que, sin duda, no se esperaba a principio de curso, pero que los pupilos de Fran Alcoy han conseguido sobre todo por su fiabilidad en «El Prado», que ha sido un fortín. Entre septiembre y la semana pasada, hasta que se llevó los tres puntos el Rápido de Bouzas, nadie fue capaz de vencer a los talaveranos en su estadio.
En cambio, fuera de casa los cerámicos han sufrido mucho. De hecho, la de ayer solo fue la segunda victoria a domicilio de todo el curso (la anterior ocurrió en enero con un 0-3 ante el Racing de Ferrol). El Cerceda, descendido desde hace jornadas, no planteó excesivos problemas a los de Fran Alcoy.
En el minuto 34 llegó el 0-1 cuando el delantero Jesús Jiménez regateó a varios rivales y envió un disparo ante el que Ángel no pudo hacer nada. En el segundo tiempo, los talaveranos se replegaron atrás a la espera de cazar a los gallegos a la contra y hacer el 0-2. Un tanto que no llegó hasta el final. Concretamente, en el minuto 89 por mediación de Rober.
Antes, el defensa talaverano Óscar Prats fue expulsado por doble amarilla. La primera la vio en el minuto 70; y la segunda, solo seis minutos más tarde, en este caso por «golpear a un contrario en la cara con el brazo de forma temeraria», según el árbitro.