La familia Pantoja no está pasando por su mejor momento. El delicado estado de salud de Kiko Rivera, que padece depresión y ha abandonado los escenarios, tiene a todo el clan muy preocupado. Todo el clan al completo está centrado en la recuperación del DJ, incluida su mujer, Irene Rosales.
La enfermedad que padece no mejora con la presión mediática que esta sufriendo el hijo de Isabel Pantoja. El hermetismo con el que la familia está tratando el tema ha hecho que los rumores crezcan y la expectación aumente en torno a su estado de salud. Por eso Rosales, muy preocupada por su marido, ha decidido pedir a la prensa un poco de respeto en una entrevista para la revista «Semana»: «Yo solo quiero pedir que le deis tiempo, una tregua, que no puede tener en la puerta de casa a 3.000 fotógrafos las 24 horas».
Rosales también ha aprovechado la ocasión para zanjar los rumores en torno a su estado de salud a raíz de que salieran a la luz distintas versiones sobre lo que realmente le sucede a Rivera. «Realmente el que sale más perjudicado es el propio Kiko porque el pan de su casa no viene y su trabajo se le viene abajo. Todos le hemos apoyado para que siga adelante. Él jamás jugaría con una enfermedad», dice.
Una depresión que no es reciente. Llevaba meses sintiéndose mal y muy agobiado con todo lo que tenía: «Notaba que tiraba de muchas cosas, pero al final estaba descontrolado, y acababa agobiado y con ansiedad. Yo le decía: 'Céntrate en una cosa'. Y él no podía. Le gusta estar activo y yo ahí lo vi muy nervioso».