Cuentan los organizadores que dos centenares de personas se tuvieron que quedar fuera por estar el aforo completo. El pasado viernes trescientas personas se dieron cita en Barcelona en la llamada “Gran cena española”. El motivo de la convocatoria, hecha con discreción, respondía a la voluntad de homenajear a quienes, desde Cataluña pero también desde el resto de España, trabajan en favor de la unidad del país. Entre los premiados se encontraba el empresario alemán Karl Jacobi, quien se hizo popular cuando plantó cara al presidente del Parlamento catalán, Roger Torrent. También hubo un recuerdo para el abogado José María Fuster-Fabra, por su defensa de los Mossos constitucionalistas o para Inmaculada Alcolea, Mosso D’Esquadra “perseguida y expedientada por la División de Asuntos Internos de la Generalitat por ser constitucionalista”. Santiago Pulido, vecino de Mataró que ha obtenido cierta notoriedad por su “camión patriótico” y que colabora en “limpiar las calles de lazos amarillos” o Jaume Vives, portavoz oficial del gobierno de Tabarnia fueron otras de las personalidades premiadas durante el evento.
Un éxito de convocatoria que coincide con la recuperación del patriotismo en Cataluña que ha provocado el desafío independentista, como les informaba LA RAZÓN. A la jura de bandera que tuvo lugar el pasado 12 de mayo se inscribieron casi 700 personas, que es el límite para que la ceremonia no se alargase demasiado, y otros 300 ciudadanos se han quedaron fuera, por lo que han tenido que esperar a otra edición.
