Hay en el ambiente cierta inquietud sobre el estado del Baloncesto Español. Las competiciones profesionales, tanto nacional como europea, viven horas de incertidumbre. Son públicas las discrepancias entre el Sr. Lete responsable máximo del deporte español, y el Sr. Garbajosa, conductor del destino de nuestro deporte. El Consejo se alinea con la petición, tanto de Euroliga como parte de algunos miembros de la ACB, sobre la necesidad de reducir el número de equipos en esta competición. Por su lado la FEB insiste en mantener los 18 participantes. El Sr. Lete mantiene con razón, que no es de recibo que algunos jugadores lleguen a jugar hasta 95 partidos al año, hecho que atenta contra la salud de los mejores jugadores, altera las competiciones y sobre todo agota a la escasa treintena de jugadores españoles que sustenta el valor de nuestro baloncesto de alto nivel. Garbajosa considera fundamental "que haya un flujo de ascensos y descensos que dinamice la inversión y los proyectos importantes" centra todo sus razonamientos sobre clubes, nunca sobre jugadores. El Sr. Lete apoya con firmeza, supongo que habiendo escuchado a todas las partes involucradas en el asunto, la necesidad de reducir a 16 equipos la ACB, y apremia a la FEB a que actue sobre el sistema de ascensos y descensos. Después de leer cuanto se escribe sobre el asunto y sin tener noticias federativas de calado, tengo la certeza que las posiciones de los clubes más fuertes ganaran la partida. La Euroliga crecerá en todos los sentidos, la ACB buscara acomodo en el reducido espacio que quede entre el baloncesto europeo y el nacional, cediendo a la solicitud de los equipos más representativos, evitando la ruptura total.
Si el futuro que se avecina es más o menos el descrito, ¿qué le queda a la FEB? Indudablemente las selecciones, las categorías inferiores, el baloncesto femenino, etc... En definitiva la tutela de las competiciones y los jugadores desde las edades más tempranas, así como la promoción del baloncesto.
Reflexión que se me ocurre. Si el B.E. es el representado por los clubes españoles, entonces somos la primera potencia europea. La competitividad de los clubes de ACB es reconocida en el concierto internacional, la Copa del Rey muestra su capacidad organizativa; los entrenadores que han pasado por los clubes españoles ejercen por todo el mundo; los árbitros actúan con una solvencia que ni ocasionalmente son merecedores de críticas, y las aficiones, al final la pieza más importante del juego después de los jugadores, llenan los pabellones y su comportamiento es ejemplar. Por último, España aporta cinco equipos a la Euroliga, privilegio conseguido por la solvencia de nuestro baloncesto profesional. Sería injusto negar que el único mérito de tan brillante situación corresponde desde de largos años a la ACB.
Por el contrario, si la fortaleza de nuestro deporte fuera el valor de los jugadores, valemos poco, su presencia en todas las competiciones profesionales es escasa, no más de una veintena de los nuestros es decisiva, dejo a un lado los que están haciendo las américas. Veamos algunos datos: En ACB, la temporada pasada, los jugadores extranjeros suponía el 70% de los participantes, un 10% más que las ligas francesa, griega e italiana. Curiosamente nuestros equipos confían en los jugadores españoles pues los extranjeros solo ocupan el 17% del tiempo de juego, lo que quiere decir que faltan jugadores de calidad. Los jóvenes, los menores de 21 años representan solo el 7.4% de la nómina total. Por último, y tras una experiencia personal puedo decir que en EBA ,en el grupo "A", algún equipo se presenta en 6 no nacidos en España. Conclusión, nuestro baloncesto no genera jugadores suficientes, ni de la calidad necesaria para las necesidades de los clubes españoles. En recientes declaraciones S. Scariolo, supongo como D.T. de la FEB destilaba pesimismo sobre el futuro de nuestro deporte, y declaraba "ahora mismo viene una época muy difícil", refiriéndose a los posibles relevos de nuestros afamados jugadores
Se comenta en los mentideros que la FEB tiene previsto para la próxima temporada algunos cambios en las competiciones. Las más significativas son: ampliar la LEP PLATA dividiéndola en dos grupos, así como restructurar la EBA, para dar entrada a más equipos. Me parecen medidas interesantes pero de poco valor para remediar los males. Después de más de una década la FEB, escondida detrás de los éxitos de los equipos nacionales, ha llegado la hora de la gran restructuración. En unos días planteare mis ideas en esta casa de baloncesto, Solobasket.