Indra registró un beneficio neto de 11 millones de euros durante el primer trimestre de este año, lo que supone un descenso del 49% respecto al mismo periodo de 2017, debido al menor resultado operativo y a los mayores gastos financieros, según ha informado este lunes la compañía, que elevó un 26% su contratación y un 15% sus ingresos.