Un Fútbol Club Barcelona a medio gas vio cómo se le escapaba en el Ciudad de Valencia la posibilidad de igualar una récord de otro tiempo. Los de Ernesto Valverde cayeron frente al Levante en el primero de los dos partidos -el siguiente habría sido ante la Real Sociedad- que debía solventar sin perder para acabar la liga invicto.
Con Lionel Messi fuera de la convocatoria azulgrana por decisión del técnico, el campeón, con un buen número de novedades en su once inicial, se vio superado en entusiasmo y acierto por el conjunto local, que demostró una descomunal eficacia en ataque.
Valverde, que había hablado del posible logro «histórico» de acabar el campeonato sin perder como aliciente una vez conquistado el doblete Copa-Liga, también había avisado en la previa sobre la necesidad de mantener la tensión competitiva: «Si pido que los jugadores y todos mantengamos el nivel competitivo, yo también quiero estar pendiente. Es la mejor manera de sacarlo. Si empiezo a pensar en lo que pasará más adelante, malo. Tenemos que pensarlo pronto porque este año los jugadores tienen Mundial». Pero pese a la advertencia, el Barça acusó una sorprendente falta de tensión que el Levante, muy motivado ante el campeón, supo aprovechar.
Los azulgranas lograron maquillar el resultado en la recta final del partido, pasando de un sonrojante 5-1 al 5-4 después de un imparable arranque de amor propio. Sin embargo, pese a tener veinte minutos por delante para lograr al menos el empate, no fue suficiente para evitar la primera derrota culé del curso y dar al traste con un récord al alcance de muy pocos.