En la confrontación ideológica y militar de la globalización, los medios de comunicación y las redes sociales digitales actúan como fuerza política y arma de combate. Se utilizan convenientemente para la fabricación de escenarios, la provocación, la exaltación y el ablandamiento en las situaciones de conflicto. Ya parece lejana aquella orden de William Randolph Hearst a su fotógrafo en La Habana del 1898: “Usted ponga las imágenes que yo pondré la guerra”. Siria es un claro ejemplo de esa manipulación perversa de la realidad en pro de las fuerzas de la guerra.