Revés judicial para el presidente, Donald Trump. Un juez le obliga a que vuelva a activar el programa para jóvenes indocumentados DACA. El programa para los conocidos como «dreamers» o «soñadores». El presidente de Estados Unidos deberá admitir a nuevos solicitantes y renovar a los que se benefician actualmente de este programa. El juez, John D. Bates, con tribunal en Washington, considera «inexplicada» la derogación de programa DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia) que ordenó por Trump el pasado mes de septiembre y, por lo tanto, concluyó que fue «ilegal». El magistrado califició la decisión nada menos que de «arbitraria y caprichosa» porque el Gobierno «no explicó adecuadamente su conclusión de que el programa era ilegal».
Eso sí la decisión judicial queda congelada durante tres meses para que el Gobierno pueda justificar su decisión.
En principio por lo tanto, el Gobierno «deberá aceptar y procesar nuevas solicitudes de DACA, así como las renovaciones» pasados los 90 días, decidió el juez. «Cada día que la agencia dilata es un día que un indocumentado que de otra manera sería elegible para recibir los beneficios de DACA está expuesto a una deportación por una acción ilegal», concluyó Bates, según informa Efe.
La suspensión de DACA tenía que entrar en vigor el pasado 5 de marzo, pero no llegó a hacerse efectiva por los desafíos legales a los que se enfrentó la decisión del presidente.
De hecho, en enero, otro juez federal ya ordenó la reactivación parcial de DACA con la admisión de las solicitudes de renovación a aquellos que ya habían recibido previamente los beneficios de este programa y que se estaban quedando sin protección.
El plan DACA fue promulgado en 2012 por el entonces presidente Barack Obama para proteger de la deportación y otorgar permisos temporales de trabajo y residencia a unos 690.000 jóvenes que llegaron a Estados Unidos cuando eran niños, a los que se conoce como «soñadores».
En sus planes para combatir la inmigración, el Gobierno de Trump optó por derogar el programa al considerarlo ilegal, una decisión que hubiese dejado a estos jóvenes sin sus permisos y en riesgo de deportación.
Trump, sin embargo, ofreció a los demócratas un nuevo plan para regularizar a 1,8 millones de indocumentados a cambio de la aprobación en el Congreso de 25.000 millones de dólares para levantar el muro en la frontera con México, un acuerdo que la oposición no aceptó.