Nicaragua amaneció hoy con militares desplegados en varias ciudades tras una noche de enfrentamientos y vandalismo, que dejaron al menos siete muertos, lo que elevó a 10 el número de víctimas durante las protestas iniciadas el miércoles contra de una reforma a la seguridad social (INSS).
Soldados del Ejército de Nicaragua se desplegaron esta madrugada en las afueras de la Alcaldía de Managua para proteger esas instalaciones, según reportaron medios oficiales.
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Los militares también fueron desplegados en el Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino y en la ciudad de Estelí, donde custodian instituciones públicas.
El Gobierno de Nicaragua denunció en la víspera la destrucción parcial o total de edificios estatales, supuestamente provocados por manifestantes que se oponen a las reformas al INSS.
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Sedes como el Ministerio de la Juventud en Managua, la Biblioteca Pública de Nueva Guinea, el estatal Centro Universitario de la Universidad Nacional (CUUN), en la ciudad de León, la casa del FSLN en Masaya, así como la oficialista Nueva Radio Ya, están entre los edificios que fueron atacados, según la denuncia oficial.
Nicaragua amaneció este sábado en una tensa calma, con restos de neumáticos quemados, piedras y escombros en las calles, y con policías antidisturbios en el sector de la Universidad Politécnica de Nicaragua (Upoli) y la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), en Managua.
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Anoche la vicepresidenta del país, Rosario Murillo, dijo que el Gobierno aceptó retomar el dialogo con el sector privado para discutir sobre las nuevas medidas en la seguridad social.
Asimismo, anunció que el presidente nicaragüense, Daniel Ortega, se presentará este sábado junto a la jefatura del Ejército y la Policía Nacional para dar detalles sobre la situación de violencia vivida en los últimos días.
La violencia que se registra desde el miércoles ya cobró la vida de al menos 10 personas, a los que se suman más de un centenar de heridos, según reportes oficiales y de la Cruz Roja Nicaragüense.
Las diferentes manifestaciones de Managua y León, cada vez más numerosas y multitudinarias, provocaron un efecto contagio en diversas ciudades del país centroamericano como Masaya, Granada o Estelí.
