Un enfermero por cada 1.800 cordobeses en los centros de salud, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) fija en 400 habitantes menos la ratio para ofrecer una asistencia adecuada en el primer escalón de la sanidad pública. Se trata, a juicio del sindicato de enfermería Satse, de una situación «absolutamente inaceptable», que incluso se agrava en Córdoba capital, con un enfermero por cada 2.000 habitantes. Según la central, esta escasa dotación de profesionales genera «sobrecarga asistencial, junto a otras muchas dificultades que sufren los pacientes». También recuerda que Córdoba «es la primera provincia de Andalucía» en cuanto a envejecimiento de la población, con cerca de 170.000 personas mayores de 65 años, cerca del 20 por ciento del total de la comunidad autónoma. Este colectivo, por tanto, «tiene un alto índice de necesidades asistenciales y de cuidados, dado que es a partir de esa edad cuando se desarrollan con gran firmeza procesos de salud crónicos y pluripatológicos con importantes componentes de carácter sociosanitario».
Con una adecuada dotación de profesionales de enfermería en los centros de salud y consultorios «se podría evitar hasta el 80 por ciento de las enfermedades crónicas, que causan el 62 por ciento de las muertes».
En este punto, Satse asegura que la Consejería de Salud se comprometió a igualar las ratios de enfermeros y médicos para atender las unidades familiares. Actualmente, la media es de un médico por cada 1.200 habitantes, algo que no se cumple en enfermería y, mucho menos en el caso de Córdoba, donde la sobrecarga asistencial, los déficits de las plantillas y las esperas de los pacientes son la tónica habitual en la atención primaria. «Exigimos a la Junta que propicie y garantice la calidad y seguridad de los pacientes, lo cual es imposible con la dotación actual», insiste el sindicato, que pone de manifiesto también la «escasa» dotación de las plantillas en los centros hospitalarios de la provincia.
