Su nombre es Tammie Jo Shults y es una de las primeras mujeres piloto de combate en el ejercito estadounidense. Es el piloto que estaba a los mandos del avión de Southwest y que tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en Filadelfia. Con esta heroica hazaña consiguió salvar la vida de 148 pasajeros que iban a bordo.
Hoy hemos descubierto la templanza y la sangre fía con la que la piloto comunicó lo sucedido en el avión a sus compañeros de la torre de control. Gracias a sus nervios de hierro consiguió llevar la situación con total serenidad y evitar un final desastroso. "Southwest 1380, tenemos un solo motor. Perdimos parte de la nave, así que precisaremos desacelerar un poco", decía la piloto con voz muy clamada al operador de la torre de control de Filadelfia.
"¿Pueden esperarnos los médicos en la pista también? Tenemos pasajeros heridos", añade. "¿Está el avión físicamente en llamas?", le pregunta el operador. "No, no está en llamas pero le falta una parte", contesta Shults con aparente calma. "Dijeron que hay un agujero y que alguien se fue".
Le dijeron varias veces que no podía ser piloto si era mujer e incluso la Fuerza Aérea de Estados Unidos le negó el permiso para pasar el examen de aviación, pero la Marina la aceptó. Desde ese momento, Shults creció como piloto llegando incluso a aterrizar cazas a 240 km/h.
"¡La piloto Tammy Jo fue increíble! Nos hizo aterrizar sanos y salvos en Filadelfia", escribió una de las pasajeras en Instagram.