Las luminarias públicas ubicadas sobre las principales pistas del oeste de Managua no iluminan lo suficiente, lo que se traduce en ineficiencia y desperdicio de energía, así lo revela un estudio que realiza un docente de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN-Managua).
La investigación que efectúa el docente de física Humberto García Montano se denomina “determinación del grado de contaminación luminosa, producto de las luces artificiales en el sector oeste de la ciudad de Managua”.
No obstante, uno de los principales hallazgos es que no hay mantenimiento y supervisión del alumbrado público en este sector de la capital. La investigación que se desarrolló entre 2016 y 2017 consistió en la evaluación de 580 luminarias Led y 233 de vapor de sodio y mercurio, que tienen un tono amarillo.
García Montano realizó un recorrido desde la rotonda Gean Paul Genie hasta la rotonda Rubén Darío, luego desde la rotonda Jean Paul Genie hacia la UNAN-Managua. De igual forma, de esta universidad hasta los semáforos de ENEL Central y de este punto hasta los semáforos del 7 Sur.
El físico explicó que analizó en las luminarias aspectos como el ángulo en que se ubican, la altura en la que están colocadas en los postes, los lux o luminosidad que generan. Esto último es lo que se utiliza para evaluar la contaminación luminosa y para ello se utiliza un fotómetro.
García Montano aseguró que las 580 luminarias Led que revisó presentan baja eficiencia, muy por debajo de los valores que el fabricante reporta. “Sobre la pista de la UNAN-ENEL Central se obtuvo valor promedio del flujo de 60 lux o luminosidad y una eficiencia promedio de 30%. Además, se encontraron otros valores, el más bajo de 32.2 lux y el más alto de 78.2 lux”, indicó.
Es decir, que no hay una constancia en el flujo de la luz que emiten y eso se traduce en desperdicio de energía, explicó García Montano. Los mismos datos indican que la cantidad de lux o luminosidad varía desde 56 a 88 en las luminarias Led de carretera a Masaya.
En cuanto a las luminarias de mercurio y vapor de sodio, la diferencia en el flujo de lux es más pronunciada, en algunos sectores los niveles de luminosidad varían desde 8 lux hasta 45 lux. El experto encontró luminarias de este tipo con una eficiencia de apenas el 11%.
Según el físico en el Reglamento Ambiental (Plan Regulador Municipal de Managua), en el capítulo referente a las fuentes de contaminación de la ciudad, se destaca que está prohibida la emisión de energía lumínica que sobrepase los doscientos cincuenta (250) lux de luz continua.
En ese sentido, afirmó que los flujos promedio de las luminarias están por debajo de la norma, pero la eficiencia es mala. “Cuando da un 30% de eficiencia, es decir que no da todo su potencial, eso es un gasto”, destacó.
García Montano señaló que en cuanto a la ubicación de luminarias, fue muy constante encontrar que muchas están mal ubicadas, por ejemplo, algunas están por encima de árboles.
Además, se encontraron que algunas luminarias no están a la altura adecuada y se encuentra a la mitad de los postes, cuando lo correcto sería en la cúspide, aseguró.
El experto dijo que a esto habría que agregarle que hay luminarias, tanto Led como de vapor de sodio y mercurio, que se encuentran encendidas en el día y apagadas en la noche. “Esto puede deberse a variaciones de voltaje, flujos o mala instalación. Debido a esta situación, está claro que no hay ninguna unidad o cuadrillas de mantenimiento y supervisión del alumbrado público”, aseveró.
La contaminación lumínica se entiende como la alteración de la oscuridad natural de la noche producida por la emisión de luz artificial, explica el físico.
Considera que aunque no hay una significativa contaminación luminosa en la capital, hay que empezar a crear normas, principalmente para las luces que iluminan los rótulos publicitarios. “Algunas lámparas que se usan para iluminar anuncios publicitarios tienen hasta 400,600 y 1,400 lux. ¿Quién lo monitorea? No sabemos”, dijo.
Añadió que estas lámparas deben alumbrar hacia abajo y muchas lo hacen al revés y emiten la luz al cielo. El experto recomienda hacer más estudios sobre la contaminación lumínica en el país, sobre todo por el cambio de las luminarias de vapor de sodio y mercurio, que consumen mucha energía, a las tipos Led.
Explicó que este tipo de alumbrado público en otros países está asociado al aumento del brillo de las ciudades.
Las imágines satélites de National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) evidencia que el brillo de las luces artificiales ha aumentado de 1992 a 2010. García Montano aseguró que ese incremento es de un 46%, dato que calculó con un sistema de información geográfico.