El debate sobre si la obesidad se hace o se “nace” es casi tan antiguo como las ansias del ser humano por conseguir el peso ideal. Y cuando no se hace, un buen consuelo es de pensar que la delgadez, como tantas otras cosas, es una cuestión de genes. Y contra ellos no se puede luchar.
Ahora, una investigación llevada a cabo por la Universidad de Granada (UGR) constata que los niños que nacen de madres que padecen obesidad corren un riesgo alto de sufrir la misma afección, por lo que el origen de esta enfermedad podría ser no sólo genético y ambiental, sino también microbiano.
La investigación, realizada porel investigador Tomás Cerdó Ráezen el marco de su tesis doctoral en el Programa de Doctorado de Biomedicina de la Escuela Internacional de Posgrado de la Universidad de Granada, y publicada en la Journal of Physiology and Biochemistry. Abre por tanto una nueva puerta al estudio de las causas del exceso de peso y de sus muchas consecuencias sobre la salud.
Según explica la UGR, el estudio ha analizado las diferencias en las funciones codificadas por lamicrobiota intestinal (microorganismos del intestino) de niños de 18 meses de edad, nacidos de madres con obesidad y con normopeso.
“La edad de los niños incluidos en este estudio es de especial relevancia, ya que se trata de un periodo en el que los alimentos sólidos se han establecido casi en el 90% de la dieta de los niños, frente a la alimentación mediante leche materna o fórmula”, aclara el investigador Tomás Cerdó Ráez.
La influencia del índice de masa corporal materno previo a la gestación en la comunidad microbiana intestinal de los hijos se estudió a través de unanálisis genético aplicado a los microorgnaismos, mediante muestras fecales de niños nacidos de madres con normopeso y madres con obesidad, gracias a la secuenciación del gen 16S rRNA y una predicción de su funcionalidad.
El estudio permite concluir, según su autor, que la obesidad materna previa a la gestación podría proporcionar una comunidad microbiana intestinal específica con funciones concretas durante la infancia en los niños.
Estos datos aportan un mayor conocimientoacerca de la propia obesidad, ayudando a dilucidar un posible origen de una enfermedad que afecta a tantas personas, según Cerdó.