El hombre siempre ha buscado la fórmula en la naturaleza para vivir mejor y durante más tiempo. Las plantas medicinales han sido utilizadas desde hace miles de años para atenuar las enfermedades e incrementar la calidad de vida de las personas.
Una planta medicinal es aquella cuyas partes o extractos se emplean como medicamentos para el tratamiento de las enfermedades humanas y de los animales.
Muchos también las definen como aquellas que cuentan con sustancias o compuestos químicos que, al ser suministradas en los organismos, tienen la capacidad de producir un efecto terapéutico. De hecho, un alto porcentaje de las medicinas sintéticas elaboradas en laboratorios internacionales tienen entre sus componentes extractos naturales.
Actualmente, el consumo de infusiones digestivas, calmantes o relajantes es altamente demandado debido a la tendencia de cuidar la salud a través de productos naturales. Las infusiones forman parte de la tradición milenaria de países como China o la India, donde sus ciudadanos lideran el consumo mundial de té.
Estas bebidas son unas de las más consumidas en el mundo y desde hace décadas han comenzado a calar entre los consumidores de occidente.
Bienestar general
Las plantas medicinales también aportan beneficios en el cuidado de la piel. Las últimas investigaciones les han dado más crédito a la hora de elaborar medicinas sintéticas. Además, al combinarse entre sí ofrecen una experiencia gastronómica saludable.
Existen numerosas formas de preparar las plantas medicinales, dependiendo de si el uso es interno o externo. En este punto hay que evaluar la enfermedad a curar y las propiedades de la planta a utilizar.
Para conocer cuáles son las propiedades de las plantas medicinales, en Internet hay portales especializados como deplantasmedicinales.net, donde han hecho una extensa recopilación de cuáles son las hierbas medicinales antidiabéticas, antiinflamatorias, antioxidantes, antisépticas, las estimulantes y las relajantes.
En la página se destaca cuáles son las aportaciones de la fitoterapia para prevenir, aliviar o erradicar totalmente diversas enfermedades.
El conocimiento de cómo preparar las plantas medicinales se ha extendido en todas las latitudes durante generaciones. De hecho, se ha creado un vasto recetario de remedios vegetales que se han convertido en la base de la medicina moderna.
La enseñanza y la difusión de este tipo de información no se puede adjudicar a una civilización en particular o a un país determinado. Se trata de un triunfo del hombre en su globalidad y corresponderá a las nuevas generaciones preservar las enseñanzas milenarias transmitidas siglo tras siglo.
Método para el alivio
La infusión es tal vez la forma más habitual de preparar las plantas medicinales. Con este método se coloca una cucharada de la planta seca, o de sus partes frescas, en una taza u otro tipo de recipiente.
Después, se vierte agua hirviendo para que empiece su proceso de fusión. A continuación, hay que dejar reposar la bebida durante unos 15 minutos para que se enfríe. Tras ese tiempo, colar y endulzar al gusto, preferiblemente con miel de abeja.
Otros procesos de preparación también incluyen maceración, compresas calientes, jabones medicinales, pomadas, aceites, polvos para rellenar cápsulas o lociones medicinales, entre otros.
Las plantas consideradas como medicinales tienen varias partes curativas: las raíces, los frutos, las hojas, el tronco tierno y las flores. Hay que tener en cuenta que en muchos casos no es posible utilizar todas las partes, ya que pueden ser tóxicas o no generar ningún efecto, según explican los especialistas.
Las plantas de este tipo también pueden emplearse en la cocina, como alimento para los animales o como ornamento.
Entre las más utilizadas se pueden mencionar la sábila o aloe vera, que ha sido empleada durante décadas para contrarrestar el insomnio, problemas estomacales, dolores de cabeza o estreñimiento. En cuanto al uso externo, su empleo se recomienda para las quemaduras, dolor de encías y para la pérdida del cabello.
La manzanilla es otra de las plantas populares para minimizar la fiebre, cólicos severos e indigestiones. Se recomienda contra la inflamación del vientre por gases y para aliviar las irritaciones de la boca y garganta. También son muy empleados el ajo, limón, eucalipto, la naranja, mandarina, zanahoria y el orégano.
Nuevas investigaciones
Uno de los mejores puntos fuertes de las plantas medicinales es que su consumo no está contraindicado, lo que significa que no generan ningún tipo de efecto secundario en el organismo humano.
Diversas universidades y centros de investigación en todo el mundo realizan nuevos análisis para determinar el alcance que tienen las plantas para combatir las enfermedades. Actualmente, muchas de las medicinas empleadas para combatir el cáncer, por ejemplo, contienen elementos naturales.
Los científicos estudian más de cerca los beneficios que tienen las plantas medicinales a la hora de recetar los tratamientos. Incluso los laboratorios invierten millones de euros para incluirlas en sus fórmulas sintéticas.
En líneas generales, son numerosas las contribuciones de la medicina natural en la calidad de vida de los humanos. Solo queda esperar los nuevos avances en este campo científico.
