La polémica subasta de Russell Crowe, bautizada como 'El arte del divorcio' y con la que pretendía desprenderse de numerosos objetos personales ligados a su carrera cinematográfica y a su ya extinto matrimonio con Danielle Spencer, por fin tuvo lugar este sábado, coincidiendo con el 54 cumpleaños del actor, que vio cómo sus pertenencias conseguían amasar más de los 3,7 millones de dólares que se había fijado como objetivo inicial.