La Unión Europea entiende que los indicios "apuntan a otro ataque químico del régimen sirio", esta vez en Duma (Ghuta Oriental), y ha pedido a Rusia y a Irán, como "defensores" del Gobierno sirio, que usen su influencia para "evitar nuevos ataques y garantizar el cese de las hostilidades y la disminución de la violencia".