Centroamérica cumplirá en 2018, 197 años de independencia. 300 años duró la colonia, cifra media, según sea la fecha fundacional que tomemos para medir el período.
Tres siglos son muchos siglos. Italia fue fundada en 1860, Alemania en 1871. Latinoamérica tiene Estados más antiguos que los de la mayor parte del mundo.
No obstante, nada hay más desconocido que el período colonial, cuando se hacen las divisiones administrativas, después devenidas estados independientes.
No es por falta de documentación. En archivos de España e Hispanoamérica hay millones de documentos esperando a historiadores que quieran indagar el pasado.
Casi no hay. Sentarse miles de horas ante documentos casi ilegibles es tarea que pocos asumen. Se opta por lo fácil, que es repetir sandeces sobre los treinta años que duró la conquista.
Una mayoría de población repetiría, como loros, el cuento del oro “que se llevaron los españoles”, que es cierto según dónde y según cuándo. Fue más la plata, de México y Potosí. En la mayor parte de territorios no había oro ni plata.
No hay un solo libro que documente cómo fue fundada la antigua Segovia. Por qué hay un lugar llamado Bruselas. Ninguno sobre cómo sucedió la colonización de Nicaragua.
¿De dónde vinieron nuestros ancestros españoles? ¿Por qué, en el norte, hay tanta población blanca? ¿Cómo era la vida cotidiana en los siglos XVI, XVII, XVIII?
Un país es su historia. Sin ella, es solo cuento sin fundamento.
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