El presente año 2018 presenta unas condiciones favorables para todas aquellas personas que desean financiación para adquirir una vivienda. La nueva ley hipotecaria traerá consigo bajos tipos de interés y unas excelentes medidas para poder hacerlo.
Los expertos apuntan a una novedad: la introducción en el mercado de las fijfis con tipos de interés variable sin vinculaciones. A continuación se describirá cómo afectará esa nueva ley hipotecaria a los usuarios, y la diferencia que existe entre contratar una hipoteca a tipo de interés fijo y a tipo de interés variable.
Lo cierto es que el Euribor lleva ya veintitrés meses en negativo. Por este motivo, se ha estado especulando mucho acerca de cuándo será el momento en el cual este índice de referencia para los intereses vuelva a subir. No obstante, parece ser que este entorno no sufrirá cambios durante este año, lo cual significa tipos de interés variables realmente bajos en las hipotecas.
Algunos expertos relacionados con este tema prevén que este año el Euribor se moverá en un rango comprendido entre el -0,30 por ciento y el -0,20 por ciento. Sin embargo, para el próximo año 2019, indican que este índice puede experimentar subidas, llegando incluso hasta el 0,40 por ciento. Esto significa que el 2018 es un buen año para contratar estos productos y una herramienta que puede ayudar son los simuladores de hipotecas.
Hay que tener presente la inestabilidad política en Europa. Esto se hace notar en el gobierno alemán, en el Brexit y en otros problemas de los países europeos. Todo ello ha provocado un crecimiento en la economía, eso es cierto, pero sin que este goce de la estabilidad necesaria. Es por ello que los tipos de interés no subirán hasta el primer trimestre del año 2019.
Teniendo en cuenta el panorama del próximo año, cada vez hay más usuarios que deciden contratar una hipoteca a tipo de interés fijo. De esta manera no se llevarán ninguna sorpresa, sino que pagarán todos los meses la cantidad estipulada sin tener que preocuparse del Euribor.
Este tipo de hipoteca tomó mayor protagonismo durante la crisis económica, ya que había muchos consumidores que deseaban conocer cuál era la cuota que tendrían que devolver al banco de manera mensual y que no querían asumir el riesgo de un incremento en los tipos de interés. Además, a todo esto se sumó la gran oleada de demandas que recibieron las entidades bancarias por la tan conocida cláusula suelo y el Euribor a índices mínimos. Todo esto les llevo a tomar la decisión de cambiar su forma de realizar los préstamos.
Sea cual sea el tipo de hipoteca elegida, el cliente podrá contratarla a través de Internet. Las nuevas tecnologías han facilitado todo este proceso, ahora resulta mucho más cómodo. El interesado podrá acceder a la página web de la entidad bancaria e informarse de las condiciones y de los requisitos de la hipoteca que mejor se adapta a sus necesidades.
Además, si el usuario así lo desea, un operador se pondrá en contacto con él mediante una llamada telefónica, resolviéndole todas las dudas de una manera más personal. De esta forma, el cliente no tendrá que desplazarse hasta la entidad, con lo cual ahorrará tiempo y dinero.
Se prevé que la nueva ley hipotecaria entre en vigor en el primer semestre del presente año. En ella se fijan unas condiciones más difíciles a la hora de que una entidad financiera pueda desahuciar, haciendo falta entre nueve y doce cuotas impagadas.
Además, los clientes deberán obtener más y mejor información por parte del banco. Según la normativa, este tendrá que entregar de manera obligatoria dos fichas de información y advertencias. Los clientes también obtendrán información a través de un acta notarial, siempre antes de la formalización de la hipoteca. De este último asunto se harán cargo los notarios.
Otro aspecto destacado es la bajada de las tasas notariales y de registro en el caso de que un cliente se cambie de una hipoteca a interés variable a una a tipo fijo. También se reducen las comisiones y se exige a los bancos que aumenten el margen de plazos antes de dar por vencido un préstamo.
