El pleno del miércoles en la Asamblea de Madrid fue uno de los más tensos de toda la legislatura: Cristina Cifuentes compareció, bajo la amenaza de una moción de censura, para explicar cómo realizó el máster de la Universidad Rey Juan Carlos.
Se trató de una sesión bastante tensa, con acusaciones de Podemos, PSOE y Ciudadanos a la presidenta de la Comunidad de Madrid y la réplicas que ésta dio.
Cifuentes se defendió tajante: afirmó ser una alumna más del máster y no recibió ningún trato de favor de la universidad, dando por falsas las pruebas que eldiario.es ha publicado los últimos días: “se están montando una película”, llegó a decir al resto de diputados.
Todo el revuelo mediático sobre el máster de Cifuentes ha dejado un regusto amargo en su equipo. Según ha escuchado El Chivato de personas del entorno de la presidenta, horas antes del pleno, algunos de sus colaboradores se quejan de las escasas llamadas que han realizado los periodistas.
Aseguran estar sorprendidos de que, salvo en el arranque inicial de la polémica, no han recibido apenas peticiones de los medios para conocer la versión de Cifuentes sobre los hechos, que hubieran facilitado con gusto.
Añaden con pesadumbre que sólo se está dando crédito a la versión de eldiario.es y no de la presidenta. Porque casi nadie la ha llamado.
