Una ex modelo de Playboy aseguró esta tarde haber mantenido una aventura con el presidente estadounidense Donald Trump. Tras el anuncio, emitió una demanda para liberarse de la cláusula de silencio que la impide contar su historia. Esta modelo se convierte en
la segunda mujer este mes en desafiar los esfuerzos de los aliados de Trump, que trabajaron junto a él durante la campaña presidencial, para enterrar las historias sobre sus relaciones extramaritales.
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La modelo Karen McDougal ha demandado a la compañía propietaria de «The National Enquirer», «American Media Inc.», que según asegura le pagó 150.000 dólares por su silencio, y cuyo director ejecutivo es amigo de Trump. La otra mujer, la estrella porno Stephanie Clifford, más conocida como Stormy Daniels, recibió 130.000 dólares por parte del abogado personal del presidente, Michael D. Cohen. La actriz presentó una demanda a principios de este mes.
Ambas mujeres están tratando de eludir las cláusulas que les exigen que resuelvan las disputas en procedimientos de arbitraje secretos en lugar de en un tribunal abierto. Ante estos escándalos, el presidente estadounidense se ha apresurado a negarlo todo.
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McDougal, en una demanda presentada en el Tribunal Superior de Los Ángeles, afirma que su abogado en ese momento la engañó sobre el trato. También afirma que después de contar su historia a «The New Yorker» el mes pasado y enseñar las cartas que conservaba de Trump, sus abogados la advirtieron que «cualquier otra divulgación violaría su contrato y le causaría considerables daños monetarios».
En un correo electrónico a «The New York Times», el abogado de la modelo, Peter K. Stris, acusó a los aliados de Trump de realizar «un esfuerzo multifacético por silenciar a Karen McDougal». «La demanda presentada hoy tiene como objetivo restaurar el derecho a su propia voz», y agregó: «Tenemos la intención de invalidar el contrato de American Media Inc. para que pueda seguir adelante con la vida privada que merece».
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McDougal presentó su demanda pocos días antes de que Clifford apareciera en el programa «60 Minutes» hablando sobre su relación con Trump y los esfuerzos por parte de su abogado que emprendió en nombre de su cliente para pagar su silencio.
La disputa judicial ha llamado la atención del público sobre un tema que anteriormente estaba marginado. Ambas cuentan una historia sorprendentemente similar sobre sus experiencias con el presidente estadounidense, que incluían citas en el mismo torneo de golf de Lake Tahoe en 2006, encuentros sexuales en el mismo hotel de Beverly Hills y promesas de apartamentos como regalos. Sus historias aparecieron por primera vez en «The Wall Street Journal» cuatro días antes de las elecciones, pero tuvieron poca importancia entre el torbellino de noticias que siguió a la victoria de Trump. Las mujeres incluso compartían el mismo abogado de Los Ángeles, Keith Davidson, conocido por tener como clientes a personas que venden sus historias a la prensa sensacionalista.
